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España España · Madrid
Voto de Charles:
6
Thriller. Intriga Cuando el psicólogo Dr. Allan Pascal (Jamie Dornan) comienza a trabajar con Louis Drax (Aiden Longworth), un niño que ha sufrido ocho accidentes casi mortales, poco a poco se sumerge en un misterio que pondrá a prueba sus límites de fantasía y realidad. (FILMAFFINITY)
10 de enero de 2017
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los cuentos infantiles siempre se abren con una nota positiva, no importa lo que te estén contando.
Tragedias familiares o personales, accidentes horribles, suelen estar reflejados como hechos fortuitos o inevitables, porque, como sabemos que es cuento, todo volverá a estar bien al final.
Y así sucede con 'La Resurrección de Louis Drax'.

Los múltiples accidentes que acompañan al niño del título, pese a ser bastante fuertes, nunca pierden cierto toque de humor contados por él mismo, hasta parecen dibujos animados completamente inofensivos.
Pero llega el último, y todo se vuelve más serio.
Le llevan a una clínica, debe ser intervenido, ya son varias veces las que ha burlado a la muerte de manera casual. Quizá esta sea esa vez en la que la suerte se le ha acabado, quizás ya ha dejado de ser un niño y debe afrontar las consecuencias de lo que hace.

El Doctor Pascal se concentra en su caso, y no puede dejar fuera de él a su encantadora madre: Natalie, tan bella, tan frágil, tan sola...
Acompañamos a Pascal en el proceso, y a la vez, empezamos a sospechar que el cuento del principio tenía muchos pliegues ocultos: detalles, trasfondos, que parecen poder omitirse, y que sin embargo cambian mucho la primera impresión.
(El padre Louis ya se lo ha dicho: "no cuentes toda la verdad"... ¿quizá no nos la está contando a nosotros?)

Finalmente, lo que parecía un cuento se convierte en un curioso drama personal, que juega con el realismo mágico, y reflexiona sobre lo mucho que nuestros deseos acaban en el camino de nuestras buenas intenciones.
Esa es una revelación que lo cambia todo: los accidentes puede que no ocurran sin razón, el amor y el cariño puede que no sean tan buenos, los malos del cuento pueden no ser tan malos... Louis Drax reconstruye su vida desde el otro lado, y se da cuenta de que el puzzle ha cambiado.

Así que eso eran las consecuencias de ser un niño: ser amado, analizado, maltratado o utilizado por los adultos.
Esa es la agridulce lección que aprende Louis Drax, la que aprendemos todos, aunque ya hayamos crecido y formemos parte de esos mismos adultos.
Nada mal para un cuento infantil que renuncia a su final feliz.
Charles
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