Cuando en esto del cine las cosas del amor no llegan a transmitir toda la fuerza emocional que debería (desde este mismo momento queda claro que es una opinión muy personal) el efecto obviamente perjudica el resultado final. En el caso de "El mundo de Suzie Wong" discrepo con la mayoría de opiniones ya que la relación establecida entre la pareja me deja bastante indiferente. De esta manera, ¿qué es lo que queda?, no poca cosa desde luego, un bonito traje dicen por ahí, un maravilloso escaparate señalo yo, y es que con ese marco excepcional que supone Hong Kong en la época señalada sí que me es imposible permanecer inalterado. Eso, y que la protagonista femenina ofrezca una belleza exótica que otorga más valor al mencionado escaparate. Los andares y la personalidad de Holden me deja tibio, me quedo igual con un tío que se va tan lejos para pintar retratos en lugar de paisajes, pero Nancy Kwan, ay!!, eso hay que subrayarlo con toda la energía posible, su presencia lo cambia todo.

No puedo decir nada que justifique mi posicionamiento apático ante la relación amorosa de la pareja, cuestión de percepción personal, cuestión de que Richard Quine no vende bien el producto, qué sabré yo. Lo que tengo claro es que el desenfadado tratamiento que se realiza de la prostitución puede que no case bien con la pretendida profundidad sentimental que se desencadena en el último tercio de la película, es sólo opinión, el humor del principio contrasta mucho con el drama emocional de después. Cuestión de percepción, a mí no me ha entrado del todo bien, y es que las cosas del amor ya se sabe, no son plato que se deguste de la misma manera por todos.