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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
8
Cine negro. Intriga. Drama En Estados Unidos, durante la Gran Depresión, un vagabundo llega a un restaurante situado en una carretera secundaria. El dueño le ofrece un trabajo, pero él lo rechaza. Sin embargo, cuando ve a la mujer del propietario, el forastero decide quedarse. (FILMAFFINITY)
24 de abril de 2011
39 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante análisis, hecho con afanes de objetividad, por un Bob Rafelson (NY, 1933) en plenitud de facultades. Compone una descripción brillante, intensa y compleja, de la relación entre dos personas desarraigadas, un vagabundo que huye sin rumbo de trapicheos varios y una mujer insatisfecha y frustrada que ha aceptado la propuesta de matrimonio de un infeliz para huir de la prostitución. Se conocen casualmente e inesperadamente, sin referencias previas y sin puntos en común, salvo la condición de desarraigo de ambos. Desde el primer momento se sienten atraídos a costa del deseo físico. La carnalidad de la relación, la explica el film con la ayuda de una expresión corporal que se apodera del centro de la primera parte del relato sin necesidad de mostrar imágenes situadas fuera de lo que se suele considerar apropiado. La fuerza que mueve a los amantes se dibuja con precisión y se describe con naturalidad y credibilidad.

El film no constituye ni una apología del amor físico, ni un homenaje a la relación carnal de dos personas. Es importante tener en cuenta este extremo para no caer luego en el error de ver moralinas donde no las hay. El discurso es sincero, transparente y está lleno de emociones valiosas que se desarrollan sin trampas y sin segundas intenciones. A Rafelson le interesa solo explicar unos hechos conmovedores, objetivamente interesantes, que por ellos mismos conducen el relato a niveles altos de intriga y dramatismo.

La intensidad de la relación se da asociada a una experiencia tumultuosa, llena de fricciones, obstáculos, inconvenientes y sorpresas, que incomodan a los protagonistas y dificultan que hallen en su relación el nivel de plenitud que anhelan. No es la mala conciencia de ambos ni la fatalidad lo que les impide la felicidad plena, sino la actitud de ambos de falta de entrega mutua, confianza y enamoramiento. La afinidad física no se ve complementada por una entrega sin reservas y sin límites, capaz de trasladar el amor físico a una dimensión que equilibre lo físico y lo espiritual.

La atmósfera que envuelve el relato suma dos componentes básicos: la inquietud que provoca el desarrollo de la acción y la ordinariez de los personajes, de los ambientes y de los escenarios en los que se mueven. Fijémonos por un momento en los personajes. Están dominados por la vulgaridad de su egoísmo, indolencia, infidelidad, escasa inteligencia, pasividad, traiciones y descuidos. La casa, el restaurante y la cocina se presentan desordenados, desaseados, sucios y descuidados. Abundan los escenarios húmeros, lluviosos, nocturnos, opresivos, marginales. La justicia se ve obstaculizada por la lucha de intereses económicos particulares. El marco temporal de la Gran Depresión, tomado de la novela original, aporta elementos relevantes de miseria, paro y desesperación.

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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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