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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
9
Western. Aventuras Dos hombres de turbio pasado, Glyn McLyntock y su amigo Cole, dirigen una caravana de colonos desde Missouri hasta las fértiles tierras de Oregón, donde piensan fundar una colonia. Cuando el invierno se acerca, van a Portland a buscar las provisiones que previamente habían comprado, pero las cosas han cambiado en la ciudad y tropiezan con grandes problemas para recuperarlas. (FILMAFFINITY)
22 de julio de 2008
67 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo de los 11 westerns de Mann. Escrito por Borden Chase, adapta la novela "Bend Of The Snake" (1950), de Bill Gulick. Se rueda en exteriores de Oregón y en los platós de la Universal. Producido por Aaron Rosenberg, se estrena el 24-I-1952 (Oregón).

La acción tiene lugar en tierras de Oregón (Portland, río Snake...), que limitan al sur con California, al norte con Washington y al oeste con el Pacífico. Una caravana de colonos, dirigida por Jeremy Bail (Flippen) y conducida por Glyn McLyntock (Stewart), se encamina a las tierras altas de Oregón.

El film, western clásico, itinerante y fronterizo, es uno de los más conocidos de Mann. Comparte con "Tierras lejanas" (Mann, 1954) paralelismos de guión y de producción. El relato se desarrolla como un viaje a Ítaca, la tierra mejor y más feraz del mundo. El viaje, en tanto que odisea, enfrenta a los viajeros con obstáculos, peligros, traiciones y enemigos. También les brinda apoyos, satisfacciones y aliados. El viaje deviene, como en las antiguos cuentos de hadas y en las viejas leyendas ancestrales, un remedo de la vida. El patriarca que encabeza la caravana y el joven que dirige la expedición son personajes que mantienen equivalencias y paralelismos con Ulises, Eneas, Moisés... Se simboliza, además, el mito del viaje interior del hombre que se busca a si mismo, que persigue la redención, que quiere despojarse del pasado para convertirse en un hombre nuevo. Se incluyen referencias explícitas al premio moral del héroe que salva a la comunidad del peligro, mayor que cualquier gratificación material. La llegada al destino y su toma de posesión se muestran como un acto simbólico de la fundación de un mundo nuevo, en el que imperará la justicia, el bien y la paz. No falta el rito hipnóptico y trágico del duelo permanente entre el bien y el mal, la luz y las tinieblas.

La obra entretiene, fascina y seduce. Las habilidades del héroe, su dimensión humana (lucha interior), su fuerza y valentía, su suerte e inteligencia, su rapidez y eficacia, su generosidad e indiferencia ante el lucro personal (prefiere el agradecimiento a un montón de dinero) y su empeño infatigable, lo convierten en un personaje admirable y ejemplar, que asombra y convence. Es notable la variedad de caracteres: la chica hacendosa, la coqueta, el jugador de cartas, el patriarca experto, los que suspiran por un mundo nuevo, el que echa de menos el antiguo (capitán del barco), el oportunista, el codicioso... La descripción de la interacción de los personajes es brillante.

La música consta de 11 cortes. Aporta funciones de fondo tenue, acompañamiento solemne y motivos de baile (música country). La partitura, breve (25 min.), es emotiva y grandilocuente. La fotografía, de Irving Glassberg, de composición muy cuidada, hace uso de colores matizados, con predominio de tonos neutros y sólidos, acompañados de alegres punteados coloristas. Grandes interpretaciones de Stewart y Kennedy.
Miquel
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