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Voto de Jorge López Fernández:
10
Drama Continuación de la historia de los Corleone por medio de dos historias paralelas: la elección de Michael como jefe de los negocios familiares y los orígenes del patriarca, Don Vito Corleone, primero en su Sicilia natal y posteriormente en Estados Unidos, donde, empezando desde abajo, llegó a ser un poderosísimo jefe de la mafia de Nueva York. (FILMAFFINITY)
2 de julio de 2006
24 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mucho más dramática que su predecesora, más personal e íntima, más cruda e implacable, 'El padrino. Parte II' logró superarla cuando parecía imposible, convirtiéndose en la primera secuela en triunfar, con toda justicia, en los Oscar.
Alejándose de la temática más policíaca y de intriga, Coppola y Puzo tejieron una trama de engaños y traiciones que conducirán inevitablemente a Michael Corleone al sitio en el que todos acabamos deseando que estuviese: el mismo Infierno. El guión resulta de lo mejor que he visto, con numerosas aunque leves pistas para identificar al traidor, mientras que la parte de Vito Corleone goza de una inigualable fuerza en determinados momentos (el ajuste de cuentas con D. Fanucci) y se complementan de manera inmejorable. Los actores, poco podemos decir de ellos, sólo que están perfectos: Al Pacino estremece como Michael, llegando a helar la sangre a más de uno en determinados momentos (el beso a su hermano), John Cazale realiza uno de sus mejores trabajos como Fredo, Robert DeNiro borda el papel de Vito Corleone, hablando un perfecto italiano (comprobadlo en la versión original), Michael V. Gazzo también resulta inmejorable como F. Pentangeli (lástima que este actor no lograse suficiente prestigio para avanzar dentro del mundo de Hollywood), Lee Strasberg, Talia Shire (hermana de Francis Ford Coppola)... simplemente todos están soberbios. La banda sonora vuelve a estar compuesta por Nino Rota, aunque en este caso tuvo ayuda por parte de Carmine Coppola, padre de Francis, logrando una partitura excelente, como la de la primera parte. Los decorados son espectaculares, tanto los naturales como los recreados, desde Corleone hasta el barrio italiano de Nueva York pasando por la isla de Ellys. Gordon Willis vuelve a aportar un estética bastante sombría a la fotografía de la película, y de nuevo acierta de pleno.
En definitiva, película imprescindible que rara vez no está, al igual que la primera parte, en las listas de las mejores películas de la historia. Recomendable para cualquier amante del cine en general, y en especial, claro está, del cine negro.
Jorge López Fernández
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