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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
7
Comedia Sam Bissell es un agente de publicidad que está felizmente casado desde hace nueve años. En cambio, Janet Ebbets, la mejor amiga de su mujer, está a punto de divorciarse. Inesperadamente, Janet hereda de su abuelo una auténtica fortuna, pero lamentablemente sólo podrá disfrutarla si está casada. (FILMAFFINITY)
27 de abril de 2018
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una muy trabajada comedia de éstas llamadas de enredo que de la nada va a más y más y cuando uno se quiere dar cuenta ya no se sabe cómo parar y reiniciar de urgencia pero claro, el empiece es una sorpresa que se encuentra el señor Bissell (Jack Lemmon) en la ducha, y creyendo que habla con su mujer resulta que es la amiga de su mujer (Romy Schneider), creando un momentazo de ensueño en el que la expresión de Jack Lemmon sería la misma que la de cualquiera.

Jack Lemmon como siempre en estas comedias, es un show. Aquí es un empleado de una compañía publicitaria que quieren cerrar un gran negocio con un empresario de pollos (Edward G. Robinson) y su nombramiento y la llegada de la amiga de su mujer, serán la causa de un gran lío. Lo que resulta un poco desconcertante es que ese empleado, que es un padre de familia ejemplar con dos hijas, se dedique en sus ratos libres a hacer inventos de esos que no valen para nada, siendo un dato superfluo, sin incidencia alguna en la trama, pero bueno, ahí queda. Añadir que en cuanto al montaje de la compañía de publicidad sigue el mismo formato de muchas comedias de este estilo: Gran número de gerifaltes todos hombres mayores y pelotas.

El ex de la amiga de la señora Bissell es Mike Connors, actor poco conocido que por aquellas fechas protagonizaba la exitosa serie televisiva: Mannix, que hacía de detective privado. Digamos que esta serie es mencionada en la última de Tarantino: Érase una vez en Hollywood.

Un estupendo plantel más una música de fondo en la que a veces suena una melodía de estilo parisino, muy acertada para imprimir ritmo. Eso sí, con un final de lo más alocado. En concreto, puede decirse que objetivo cumplido: Distracción y sonrisas. Nada más.
floïd blue
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