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Voto de Antonio Morales:
6
Drama Adaptación de una novela de William Inge sobre el romance entre una mujer madura (Eva Marie Saint) y un joven (Warren Beatty) que está estrechamente ligado a su hermano pequeño (Brandon de Wilde). (FILMAFFINITY)
8 de mayo de 2017
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clinton Willart (Brandon De Wilde) es un adolescente que adora a su hermano mayor Berry-Berry (Warren Beaty), y que cruza media América para encontrarle y ayudarle. Pero en realidad, encuentra a un vago y atractivo tipo que, según él “me dejo llevar por la brisa y vivo para divertirme”. De esta forma pulula errante seduciendo a las féminas y buscándose problemas con la ley. Si el mismo actor cuando era un niño de nombre Joy, sentía una especial fascinación por el pistolero solitario Shane (Alan Ladd) en el wéstern “Raíces profundas”, aquí se podría decir que es la historia de una decepción que sufre el adolescente Clinton cuando comprende el comportamiento y las motivaciones de su hermano mayor al que había idolatrado. Tan sólo nueve años habían pasado entre el film de George Stevens, que ya era todo un clásico y el film de John Frankenheimer.

Película basada en la primera novela de James Leo Herlihi “All Fall Down”, autor que alcanzaría una gran notoriedad con la publicación de “Cowboy de medianoche” y su éxito en la adaptación a la pantalla. El guión está escrito por el no menos aclamado Willian Inge (Picnic, Esplendor en la hierba), gozando de un espléndido casting en el que destaca un excelente Karl Malden, como un marido pusilánime y una poco valorada Angela Lansbury, excelente como madre castradora, junto a Eva Marie Saint, tímida e ingenua, de belleza singular. Su trama es una pequeña pieza de cámara y se centra casi exclusivamente en cinco personajes, los cuatro de la familia Willart y una muchacha hija de una amiga de la madre de Clinton y Berry-Berry, que pasa temporadas en casa de esta peculiar familia donde anida la incomprensión, los conflictos sentimentales y la intolerancia entre su componentes.

El itinerario moral del film se vive a través de la mirada del adolescente, es la destrucción de la inocencia, con el que asistimos a su progresivo desconcierto, en ocasiones casi un espía en busca de una identidad que le gustaría fuese parecida a la que erróneamente anhela, pero que los acontecimientos le mostrarán la verdadera y decepcionante verdad. Una reflexión sobre los mitos de la juventud, la banalidad dañina de algunas relaciones innobles y el desprecio a la responsabilidad que esconde una triste cobardía. Película con estética de telefilm, de ritmo dramático muy definido y filmada en un estupendo blanco y negro. No está a la altura de “El tren” o “7 días de Mayo”, pero se deja ver bien gracias a un Warren Beaty, hermano de Shirley MacLane, que comenzaba a postularse como el joven más apetecible de Hollywood, dicen que llegó a pasar por las camas de las más interesantes actrices del cine de los sesenta.
Antonio Morales
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