Aunque haya generado alguna controversia por tomarse libertades con la cronología del personaje, Reginald Hudlin ha hecho cosas extraordinarias como Pantera Negra. Un personaje exótico dentro de la factoría Marvel, creado por la imaginativa pareja compuesta por Stan Lee y Jack Kirby, T´Challa adquiere aquí el rango de estrella propia de la función.

De hecho, de la mano de un dibujante tan talentoso como John Romita Junior, Wakanda se convierte en una especie de justa revancha ante el etnocentrismo que llevó a los etnocentristas gobiernos europeos a repartir en la conferencia de Berlín el continente africano como si fuese un pastel suculento entre niños maleducados y glotones.

Por ello es una pena que en Marvel no se hayan tomado esta adaptación a la pequeña pantalla con un mínimo de seriedad. Porque hay mucho potencial para que resulte atractivo, fresco y dinámico. Black Panther tiene gancho y da envidia sana lo que un Paul Dini o un Bruce Timm hubieran sacado de esos ricos yacimientos, no ya de vibranium, sino de fantasía heroica de la buena.

Se puede ver porque los cómics que calca de una manera robótica son buenos de por sí. Pero televisiamente no aportan gran cosas. Lástima, esta Wakanda sí que merecía una oportunidad.