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España España · Madrid
Voto de Servadac:
10
Ciencia ficción. Drama. Intriga En un lugar de Rusia llamado "La Zona", hace algunos años se estrelló un meteorito. A pesar de que el acceso a este lugar está prohibido, los "stalkers" se dedican a guiar a quienes se atreven a aventurarse en este inquietante paraje. (FILMAFFINITY)
8 de mayo de 2016
62 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
“I watched the film until the film itself became a kind of blindness.” (G.C. Waldrep, citado por Geoff Dyer en su libro ‘Zona’)

Vi la película hasta que la película misma se convirtió en una especie de ceguera. Algo así se experimenta –o yo he experimentado– al ver Stalker sucesivas veces. Hay visionados en que todo encaja: la suciedad del mundo blanco y sepia, el paso al otro lado, cuando todo pudiera estar aconteciendo en la cabeza de quienes viajan. La naturaleza en continuo e inquietante fluir, a la espera, agazapada y huidiza, hermosa y temible. La atmósfera de irrealidad, el territorio del sueño. La luz interior del guía-sacerdote, un simple –tan distinto de los más complejos científico y escritor–. Esos días, entramos en la Zona. Y la Zona existe.

Otras veces, buscamos, a trechos siempre oblicuos, permanentemente inciertos. Y no damos con la puerta. Nos recibe un páramo desierto.

Dice Andrei Tarkovski: “A menudo se me ha preguntado qué representa la Zona. Sólo puedo dar una respuesta: la Zona no existe. Es el propio Stalker quien ha inventado su Zona. La ha creado para poder llevar a ella a ciertas personas muy desgraciadas y ofrecerles una idea de esperanza. La habitación de los deseos es igualmente creación del Stalker, una nueva provocación contra el mundo material. Esa provocación, construida en la cabeza del Stalker, es un acto de fe.”

Sustituyan Stalker por Tarkovski.

El director ruso rechazaba los acercamientos intelectuales, aun cuando en su cine abunden los personajes dados al razonamiento. Como en el Fausto de Pessoa, la inteligencia pierde la partida. Encuentro al final de la monografía de Antoine de Baecque para la colección “Auteurs” de Cahiers du cinéma, una cita de ‘Esculpir en el tiempo’ que enseña quizás como ha de verse esta película:

“El poeta es un hombre con la imaginación y la psicología de un niño. Su percepción del mundo es inmediata; no describe el mundo, lo descubre.”

La Zona está delante de nosotros y en nosotros. Tiene la extensión exacta del cine de Tarkovski. No se llega a ella a través del intelecto. Es un lugar anodino y encantado. Un espejo en que mirarse y descubrirse. Igual que una ceguera.

“Everything just is. Or isn’t. But may be.” (Geoff Dyer)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Servadac
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