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España España · badajoz
Críticas de deivi
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Críticas 95
Críticas ordenadas por utilidad
8
25 de diciembre de 2008
68 de 80 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eastwood se fabrica en Gran Torino un papel a medida, una exacta replica de lo que su admirado/entregado fan quiere ver, todo un touchdown en cuerpo y alma, un golpe ganador de un rey imbatible.

Sorprende en su noble y desnuda mirada el vehículo elegido para su retirada interpretativa, una despedida triunfal que le ennoblece, una historia sencilla, despegada de excesos, cotidiana y mordazmente cautivadora. Gran Torino puede y debe verse como un film modélico, un copioso manjar para paladares selectos, una película que guarda en su sereno y adulto mensaje un bello relato de amistad, dolor, fe, redención, recuerdos y sentimientos, un alegato perspicaz contra el racismo y la difícil cohabitación entre culturas, otra (y van…) demostración de sabiduría de un viejo zorro que hoy por hoy se vuelve a posicionar como el último cineasta clásico en vida, algo que no le priva de seguir evolucionando en cada nuevo sacrificio cinematográfico, avanzando velozmente en su particular escala de valores, unas manos de artista que moldean una creación del todo milagrosa.

Clint Eastwood, en su genial encarnación de veterano de guerra gruñón y atormentado, divisa sentado desde su porche un vecindario multirracial, violento y desdibujado, con la amenaza constante de bandas callejeras y la desaparición de principios y valores, una sociedad muy bien radiografiada por el objetivo limpio de un director enfurecido con el mundo, una furia que se refleja sentida en la relación maestro/aprendiz del protagonista con el tímido Thao, un chico oriental que albergará esperanzas en el dolorido corazón de un hombre angustiado, un Kowalski que emprende su viaje final en solitario, sin el apoyo ni el cariño de una familia aterradora o el perdón definitivo de sus pecados en batalla.

El realizador de Sin perdón presenta insuperable doblete (El intercambio y Gran Torino) en su posible y merecida presencia en los próximos Oscar, unas candidaturas que podrían premiar por fin su intachable trabajo como actor, Gran Torino es su llave a la puerta del definitivo reconocimiento.

LO MEJOR: La cada vez más interesante faceta del Eastwood compositor, aquí atreviéndose incluso a cantar en la hermosa canción final. Todos los actores asiáticos, en especial los dos jóvenes hermanos. La fotografía de Tom Stern (virtuoso iluminador del maestro en sus siete últimas películas) y su falta de pretensiones.

LO PEOR: Falta desarrollo en algún que otro personaje secundario y huele (esta vez sí) a retirada definitiva de Clint frente a las cámaras.
deivi
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9
7 de enero de 2009
42 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Darren Aronofsky consolida poco a poco su innegable condición de autor prodigio dentro del actual cine americano, un cineasta salvaje con alma indie que realiza obras de notorio riesgo, películas experimentales y a contracorriente, un cine cada segundo más personal y tremebundo, así, sin parches ni excesos disecciona en The wrestler una reflexión triste y fulminante de un personaje que viene a engrosar dignamente todo el glosario bendito que el 7º arte ha dado y dará de los perdedores, un solitario que vaga sin rumbo hacia los infiernos, un Mickey Rourke que logra (papelón creado a su imagen y semejanza) esa fragilidad necesaria para raptar sentimientos y ganar fieles seguidores en su oscuro sacrificio interno.

El luchador se representa en arrebatadora catarsis emocional, puro terrorismo cinematográfico, una plegaria que Aronofsky inmortaliza en la piel de un guerrero agotado, un ritual de dolor y filosofía vital, una de las más directas confesiones sobre la propia existencia.

Randy “The Ram” no cicatrizará del todo sus heridas en la hermosa historia de amor, mimada por Aronofsky con romántica melancolía, con una madre stripper, papel que Marisa Tomei materializa en milagro, quedando ya muy lejos su polémico Oscar de manos de Jack Palance y demostrando una increíble madurez tanto física (luce una figura despampanante) como interpretativa, una mujer que verifica su buen gusto a la hora de elegir sus trabajos, ella junto a Rourke son la química que hace rodar esta magullada colección de lamentos. Un mártir (muy bueno el momento en que Cassidy le dice a Randy si ha visto o no La pasión de Cristo) que busca en el fin del abismo una familia perdida, una hija despechada por la ausencia de un padre en el tiempo, una paz que solo habitará en su dura profesión de batalla, de rugir en un cuadrilátero que no podrá dejar jamás. Aronofsky filma un trozo de vida con la naturalidad y fiereza de un drama TOTALMENTE RECOMENDABLE.

LO MEJOR: La curiosa y detallista ojeada al oficio del wrestling, el respeto y cariño entre compañeros de profesión. La colosal performance de Rourke, el otrora sex simbol de los 80 resucita en un acierto de cast inaudito. Marisa Tomei, de un atractivo cegador, el combate/discurso final, la relación triangular entre Randy, Cassidy y su hija Stephanie (Evan Rachel Wood, la dulce chica de Across the Universe) y la faceta de Darren Aronofsky como director/productor.

LO PEOR: Que las vivencias de los “loser” sean un redil común en el cine y que pueda tener ciertos ecos de Rocky Balboa, última y decente entrega de la famosa saga pugilística.
deivi
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9
3 de noviembre de 2009
40 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda hay frases que reflejan a la perfección la personalidad intelectual de un artista. Luchino Visconti era un especialista en narrativa profunda y convertía, con sombría lucidez, la literatura más barroca en intensas imágenes de fuerte impacto emocional. Así fue en su penúltimo trabajo cinematográfico, Gruppo di famiglia in un interno, A.K.A. Confidencias, de la que cito textualmente: (El Profesor): “Los cuervos vuelan en bandada; el águila vuela sola”; (Konrad): “Pero en La Biblia está escrito, ¡Ay del que esté solo!, porque cuando caiga no habrá nadie dispuesto a prestarle ayuda”. Con estas significativas palabras el maestro encerraba gran parte de su filosofía, de su arrollador universo y de su lúgubre corazón al descubierto. Visconti vendría a contarnos el mortuorio camino de un lobo solitario, El Profesor (genial Burt Lancaster), y su difícil coexistencia con unos peculiares inquilinos, los cuales habitan en el piso de arriba, y que vendrán a importunar su pacifica y erudita vida como coleccionista de arte.

Formidable retrato humano el de una película exquisita, con el habitual gusto decorativo de Visconti. Melodrama inteligente, holgadamente ambiguo e intimista que vuelca un esforzado y profundo estudio del hombre en su inevitable paso hacia la muerte, ese trágico destino que aquí bien podría estar disfrazado de vida, representado en unos extraños vecinos que rozando la locura acabarán por comulgar en un mismo deseo de comprensión y entendimiento. Con el apoyo de unos intérpretes colosales, el gran duque italiano rueda uno de esos monumentales cuadros de sentimientos en donde todo, absolutamente todo, parece cristalizar en completa armonía. El oficio del cineasta sobresale incluso en las condiciones menos favorables (estaba gravemente enfermo), procreando de forma cuasi natural una meticulosa mirada reflexiva entre dos vasos comunicantes estupendamente perfilados. La relación padre-hijo/maestro-alumno de Helmut Berger y Burt Lancaster nos conmueve, nos imanta, nos transforma en bastante más que simples espectadores, somos cómplices voyeurs de corta distancia, claros participantes de una maraña piramidal donde flotan recuerdos, secretos y confidencias.

Grupo di famiglia in un interno sería, en cierto modo, una película autobiográfica, que presagiaba la inminente desaparición del autor de Muerte en Venecia. Trabajo penetrante, con amplísimo carácter testimonial, de apurado empaque fantasmagórico, fiel a las bases de un arte solo atribuible al talento desbordado de uno de los mayores y más honestos representantes que el cine, por suerte, ha sabido y deberá seguir teniendo como parte integrante de una cultura artística universal, inexcusable y académicamente imprescindible.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
deivi
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6
5 de enero de 2009
59 de 81 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eventualmente aparecen ante nuestros ojos pequeñas películas que casi sin avisar reavivan la esperanza en el cine moderno, estas pasan por denominarse crowd pleaser, agradables sorpresas que alimentan de forma natural al corazón de medio mundo dentro del insípido panorama cinematográfico. Danny Boyle, cineasta poco dado al encasillamiento, se resarce de su último y algo más ambicioso fracaso (Sunshine) para lograr una cinta simplemente extraordinaria.

Slumdog millionaire, obra que podría emparentarse con la modesta y poco conocida Millones, es una maravillosa odisea espacio- temporal que arropada de una bella historia de amor fecunda un dibujo desolador de una India tristemente hermosa y pobre, una ambigüedad que Boyle desempolva surcando en rítmico frenesí un mosaico audiovisual impresionante y vertiginoso, una joya que explosiona en su esplendorosa dirección multiángulos.

La entrañable historia de Jamal Malik, demuestra la fuerza constructiva de un texto imaginativo, fresco y original, una crónica duramente realista por las calles de Bombay, un honesto cuadro costumbrista salpicado de magia y ensueño. Nuestro protagonista será el millonario concursante de la versión hindú del célebre programa ¿Quieres ser millonario?, utilizado como escaparate para el reencuentro con su amada (Latika), una hermosa y ágil historia romántica que llevará al joven huérfano por situaciones de peligro, enfrentamientos y penurias en su búsqueda desesperada del verdadero amor. Slumdog Millionaire es una entusiasta delicia que dará mucho que hablar durante los próximos meses, una película que irradia vitalidad y desparpajo en cada rincón de su milagrosa existencia, todo un descubrimiento de fragancia exquisita, una verdadera experiencia de luz, color, transparencia y talentos.

LO MEJOR: El poderoso arranque y su emocionante desenlace, un círculo perfecto de maquinaria narrativa. La naturalidad y sencillez de todos sus intérpretes, la utilización de la música dentro del relato, la fotografía, la dirección de Boyle, los geniales títulos de créditos finales, un homenaje al mejor Bollywood. La cruda mirada a una India sufrida y descompensada. La poesía de su mensaje, la relación amor/odio de Jamal con su hermano Salim, la respetuosa representación de la infancia, el guiño a Los tres mosqueteros, TODO.

LO PEOR: Que la avalancha de premios conseguidos y los que quedan por venir (Oscars inclusive) le resten gramos de espontaneidad y frescura para ciertos sectores que se acerquen a ella con expectativas preestablecidas.
deivi
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10
15 de agosto de 2008
43 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los mejores trabajos de Todd Haynes(Velvet goldmine), cineasta tan atrevido como interesante, fue un intento(logrado) de volver a la esencia del cine melodramático, ese que se hacía tanto y tan bien en los años 50, ese que muchos llaman clásico, ese que Douglas Sirk realizó con tanto brio y fascinación en películas como Escrito sobre el viento o Solo el cielo lo sabe, ese cine que ya no se ve, el que se agarra al corazón y lo encoge en un puño, el cine de toda la vida.

Lejos del cielo puede y será tachada por muchos como un mero ejercício de estilo(que haberlo hailo y de que manera) y por otros como una copia mimética de los esquemas clásicos hollywoodienses, pero para un servidor la excelente y compacta composición que el señor Haynes lleva a cabo en el "filme" es digna del mayor de mis respetos, reconstruye el sueño americano, para poco después dilapidarlo en una bajada directa a los infiernos, consigue dar una LECCIÓN DE CINE y arrancar sentimientos enterrados, fabrica un PRODUCTO DE LUJO de una fascinación visual y sonora sorprendentes, hace gala de un dominio del encuadre, de puesta en escena para quitarse el sombrero, borda la narrativa como un maestro y no solo homenajea a los clásicos sino que supone un refuerzo tan necesario como urgente.

La película fluye con exquisita sobriedad, se sustenta en un mecanismo de relojería perfecto, la dureza del film contrasta con la fragilidad plástica y es que tratar temas tan grandes como xenofobia, homosexualidad, adulterio, machismo, rechazo, libertad, amor, odio, etc... no es tarea facil, pero si se cuenta con un trabajo tan equilibrado de ese portento llamado Julianne Moore el empeño puede ser mucho más llevadero y es que la actriz logra una de esas actuaciones memorables, de las mejores vistas en los últimos tiempos, un gesto, una mirada y está todo dicho.

Es por esto por lo que Lejos del cielo representa con dignidad lo mejor del cine contemporáneo, y demuestra como si se quiere se pueden hacer películas(casi) tan buenas como las de antes, obras imperecederas, dramas inmortales que emocionan hoy igual que hace décadas, grandes historias contadas con el arte y el poder de la imagen, CREACIÓN por encima de todo.

LO MEJOR: Hay tanto donde esconder que me pierdo, los actores, la esplendorosa partitura de Elmer Berstein, la fotografía de Ed Lachman, la escena del pañuelo, su final en la estación de trenes, que hermoso...todo!!!

LO PEOR: Nada, aunque el riesgo de que desgraciadamente su repercusión hoy día no sea la merecida, por tanto es necesario su reivindicación yo desde aqui lo puedo decir más alto pero..
deivi
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