"Man on Wire" narra la hazaña del funambulista Philippe Petit: caminar sobre un alambre entre las dos torres del ahora tristemente recordado World Trade Center. Basada en el libro del propio Petit "To reach the clouds", la película mezcla grabaciones domésticas de la época, entrevistas realizadas en la actualidad con los protagonistas y escenas rodadas por actores para mantener al espectador 93 minutos completamente enganchado a la pantalla
Una vez leídas las excelentes críticas de los otros compañeros y con ánimo de no repetirlas sólo me gustaría añadir un par de detalles que me llamaron profundamente la atención: como la personalidad mesiánica de Petit pudo congregar un grupo de seguidores tan fieles como para seguirle en semejante locura (lo cual inconscientemente me hizo pensar en el macabro asesinato de Sharon Tate, este sí un crimen en mayúsculas pero para nada artístico, cometido por Charles Manson y sus adeptos -La Familia- curiosamente casi cinco años antes -el 8 de agosto del 1969-); y como una vez realizado el "sueño" el film deja entrever que tanto la relación de pareja con su novia Annie como la amistad fraternal con su escudero Jean-Louis entraron en crisis, en términos pseudofreudianos podríamos decir que una vez consumado el coito y alcanzado el clímax, el postorgasmo les conduce indefectiblemente a la contemplación de otra realidad, la verdadera realidad.

Documental super recomendable. A finales de los 80 los llamados "chicos perdidos", huérfanos de corta edad que huyeron de la guerra civil entre musulmanes y cristianos en Sudan, se refugiaron primero en Etiopía y después en Kenia, donde se instalaron y permanecieron durante mucho tiempo con la ayuda de ONGs en un campo de refugiados. Un programa yanqui seleccionó a unos cuantos de ellos y les dió la posibilidad de ir a vivir a USA con papeles y residencia. La película sigue durante tres años la vida de tres de ellos, su a veces desternillante candidez inicial, su adaptación a la vida occidental, sus desengaños, su soledad en un mundo que no entienden, su admirable solidaridad con los que no tuvieron su suerte,..., en definitiva: lo positivo y lo negativo de nuestras modernas sociedades del "bienestar" desde el inadulterado punto de vista de tres "Mowglis", lo cual supone toda una lección-crítica para nuestros valores y forma de pensar occidental.

Película sorprendente, desde su hilarante comienzo -el protagonista es pillado mientras se masturba con una foto photoshopeada de la novia de su mejor amigo- hasta su final scorpionero con una versión del "Wind of changes".
Dos almas solitarias se citan por la web para compartir la noche de fin de año, lo que en un principio se presenta como una noche de fiesta más donde es obligatorio divertirse, se convertirá en una velada que ninguno de los dos podrá olvidar. En tono de comedia con destellos dramáticos, el guión está perfectamente entrelazado para poner de manifiesto la soledad del individuo, acentuada durante las fiestas navideñas, en la vorágine de las relaciones sociales de la era del "Facebook"; la metáfora de los zapatos desemparejados es todo un acierto. Y como señala un rótulo al principio del film: entre navidad y nochevieja tiene lugar el mayor número de inscripciones en las páginas de contactos.
Los actores, completos desconocidos, están de notable tirando a excelente, pero quedan totalmente eclipsados ante el protagonismo que adquiere la ingente y deshumanizada ciudad de L.A., magníficamente fotografiada en un, no podía ser de otra forma, blanco y negro gris melancólico en claro homenaje al "Manhattan" de Allen.