Acabo de ver esta película casi veinte años después de su aparición.
No hace mucho que entré en el apartado de críticas de FilmAffinity. Me acomplejé; me pareció que siempre iba contracorriente. Llegó a tal punto que prácticamente eliminé casi todos mis comentarios. Veo que sigo igual; pero no tengo que pedir perdón a nadie. Distintos puntos de vista
Con esta película de grandes actores y gran director me sucede lo mismo. Muchos la critican por que su argumento es totalmente predecible. Otros por su lentitud y actuaciones impropias y... lo que sea.
Personalmente confieso que es la película que más me ha impresionado de las últimas que he visto.
Cierto que el argumento sinóptico es claro. Quién lo vea así será incapaz de gozar de los matices de unos personajes tan diferentes como Hopkins y Alec Baldwin. Pero sobre todo la magnífica colaboración de quienes como entrenadores, domadores o figurantes hicieron realidad todas las escenas desde el accidente del hidroavión y el reencuentro con la civilización cuando un helicóptero les divisa.
No comprender el gran trabajo de Hophins en su personaje de hombre ya más que adulto, inteligente, autosuficiente y serena actitud ante lo imprevisto, contra un Alec Baldwin como prototipo del arribista envidioso y más ambicioso cuanto es el amante de la mujer del anterior, es no disfrutar del cine más que en su acción.
La acabo de ver y la he visionado dos veces más para percibir los detalles de los ojos y la interpretación de Hopkins bien seguida por la de Baldwin. La lucha de los dos caracteres frente a la inhóspita naturaleza es suficiente mérito para este film.
Vuelvo a añadir, y mucho, los expertos y domadores tras los objetivos. Las escenas del oso producen casi temor de que sea real; lo curioso es que realmente si que es un oso; muy bien instruido para el cine.
Gran película de montaña con sus magníficas tomas en la persecución oso vs humanos y de acción con unos diálogos sobresalientes.
Película muy digna de ver y disfrutar con fuera complejos de culto.

Veo esta película 48 años después de su debut.
Sinceramente me he aburrido bastante. Frente a genialidades fotográficas hay un guión tan conformista como el título de la película.
No es fácil seguir al conformista Trntignant ante tanta impasibilidad en la que, contra todo lo que contienen las críticas de esta portal, aburre pues no te decides a definir al personaje como conformista o simplemente como un soso rematado.
Las disquisisciones sobre la burguesía pudo causar furor en aquellos espléndidos años del cine italiano, pero esta película es mejor olvidarla. Ni hay continuidad en el conformista ni la hay del director presentando a los personajes (caso de Anna).
Insisto, me he aburrido y los mensajes hoy en día resultan excesivamente manidos.

Excelente actuación de los cuatro personajes principales. Buenos diálogos especialmente los de Maggie Stiff (Wendy) que deja un buen rastro de humanidad.
El guión es bueno aunque le haría falta un repaso de coherencia. Hay cambios de los argumentos comprensibles pero también incomprensibles pues les faltan explicaciones inteligibles; especialmente en cortas escenas en el que el lenguaje empleado es para expertos en el mundo de las finanzas.
La dirección adolece de unos flashback que más que aclarar confunden y algunos primeros planos a veces son demasiado largos aunque los actores los soporten bien.
Pero el ritmo frenético hace que no pierdas el interés y no te afecten en tu juicio a la serie.
Buena serie. Vale la pena seguirla.

Cuando tras la polémica de Kevin Spacey por sus despreciables connotaciones de orden sexual, no se puede negar que su actuación es de un magnífico sobresaliente que oscurece, y mucho, el papel de la primera dama Robin Wright.
Califico con un 8 las cinco primeras temporadas, aunque el interés va cayendo tras la tercera temporada. Grandes intérpretes con excelentes guionistas y muy buena dirección.
Tras el debate de Netflix de seguir la serie o no tras la trituración pública del actor Spacey, Netflix se decantó por seguir con ella prescindiendo de este actor incluso en lo ya rodado. Justicia ante unos graves delitos que conforman un guion singular si se quiere darle interés ante la desaparición del mejor personaje y mejor actor.
Cuando vi a Robin Wright como PRODUCTORA EJECUTIVA me santigüé y me dije: Esto seguro que radicalizará y viciará lo que hasta ahora había sido un sobresaliente maquiavelismo.
Mal la productora por dejarle hacer a la extremista empoderada Miss. Wright. Así la vemos propiciando la misandria. Pocos saben que es la misandria, lo copio del RAE “Aversión a los varones” que Wikipedia amplía “puede manifestarse de diferentes maneras, que incluyen denigración, discriminación, y violencia contra el varón”. ¡Caramba! De momento no obliga a los varones a que ellos reaccionen con la misoginia que llevaría a un auténtico estatus de permanente guerra de sexos. ¡Qué divertido!
Pero hay más. Se comete un grandísimo fallo que seguro no es atribuible a los guionistas. En las cinco temporadas anteriores nos han vendido que Francis o era impotente o era gay o ambas cosas. Hasta anima al amante de su mujer para que le dé lo que él no le puede dar. En la banalidad ‘progre’ de esta sexta temporada resulta que ella está embarazada de Francis en unos momentos en el que ella no hacía más que martirizarlo. ¿Milagro? Sí, pero que acaba de destrozar la temporada. La temporada 6ª la califico con un 2.
Recomendación: verla en sus cinco primeras temporadas y olvidarse de la sexta; no aporta más que una confusión con un personaje, Robin, en el que se echa en falta a Spacey. Demasiado rígida para un papelón indigerible; solo sabemos lo que dice oralmente. El lenguaje corporal se ausenta.

Copio a un crítico: "Es imposible discernir la relevancia de este tipo de filmación, que sin duda es la razón por la que nadie (incluido Antonioni) lo practica."
Acabo de ver el film tantos años después. Me seduce el cine italiano de aquella época pero hoy en día hay que bajarlo de la peana.
Ni Antonioni hace una gran obra ni el guión es suficiente.
La carencia de diálogos explícitos están muy compensados por la gran actuación de Mastroiani y Moreau (me gusta más ella en sus vacilaciones)
Pero me quedo parado; no sé si hay mensaje o no, pero para la explícita trama de un matrimonio aburridos de si mismos no hace falta tantos planos lentos, muy lentos... sobre todo de ella. Vigoriza el film Mónica Vitti como personaje para justificar la segura insatisfacción de Mastroiani. La experiencia de Moreau con el apuesto jóven no parece que sea más que una concesión para incidir más en la separación mental de la pareja.