En este falso documental, un equipo de rodaje filma los problemas de convivencia de cuatro vampiros, cada uno de una época diferente, en una casa a las afueras de un ciudad de Nueva Zelanda.
Todo el metraje está cargado de situaciones cotidianas, que con vampiros como protagonistas las hace altamente graciosas.
Cada uno de los vampiros representa a uno de los estereotipos clásicos de vampiros, uno estilo Nosferatu, otro estilo Dracula, otro como Banderas en Entrevista con el vampiro, y el último como Brad Pitt en esa misma película.
También se muestra la relación de los vampiros con los hombres lobo, como solucionan la logística durante el día, las fiestas a las que acuden, sus amistades, etc...
Las interpretaciones son aceptables, sin que destaquen para bien ni para mal.
Los efectos especiales están bastante bien, aunque deliberadamente hacen alguna escena cutre en la que los vampiros flotan, y aunque no los ves, te imaginas los cables que les levantan sin proponértelo.
En definitiva, una peli de risa, que además da risa, y encima sobre vampiros. No se la pierda!

Ante todo debo confesar que me gusta Marvel, aunque no me considero un fanboy de esos que negarán la realidad para defender a capa y espada aquello que les obsesiona.

Tras dejar esto claro, debo confesar que la serie empieza bastante floja, con personajes poco desarrollados, un guión bastante lineal y un aspecto cutre tanto en efectos especiales como en las escenas de acción en general. Si la serie se quedase así la puntuaría con un 5 ó un 6, pero la serie da un par de acelerones hacia una calidad superior, lo cual se nota al cabo de 6 ó 7 episodios, donde se empiezan a desarrollar los personajes hasta ser interesantes, el guión empezaba siendo una sucesión de misiones deslabazadas y pasa a ser una historia continua, los efectos especiales y las escenas de acción dan un salto de calidad claramente visible, lo cual me haría subirle un punto a la valoración de la serie.

Pero aquí no acaba la cosa, porque falta otro componente para que la serie termine de despegar, el cual se trata de servir de verdadera unión entre el resto de películas Marvel. Para disfrutar plenamente de esta serie hay que haber visto las películas de Marvel, y a ser posible en un orden concreto, ya que aparecen personajes y completan la historia de las mismas.

En el botón de spoiler adjunto un orden para ver las películas, los cortos y los episodios de esta serie, el cual he encontrado navegando por internet, sacado de una mini-guía creada por Agustín Mansilla Gómez en la web Paninicomics.es, gracias por el detalle.

Finalmente, quiero destacar que estoy escribiendo esto a las 6 de la mañana, después de haber visto del tirón los episodios 15, 16, 17 y 18 seguidos. Aguantad el principio de la serie, que mejora a buen ritmo, os garantizo que ya estaría durmiendo si esto no fuera así, un saludo.

Menuda estafa. Ver esta película me ha recordado la pregunta que le hacía en Jurassic Park, el matemático Ian Malcolm al director del parque John Hammond: "¿Cree que con el tiempo mostrarán dinosaurios en su parque de dinosaurios?", burlándose de que no eran capaces de ver un dinosaurio en toda la visita.
Pues eso mismo le pregunto a Tom Green, el cual vino al festival de Sitges a presentar su película: ¿Sería mucho pedir que saliesen monstruos en su película sobre monstruos? Nos advirtió de que la película es una secuela cinematográfica, no narrativa, ¿pero eso que significa?, yo os lo traduzco: "Quería hacer una película sobre la lucha contra los insurgentes en el oriente próximo, y la colé disfrazada de película de monstruos".
Eso es queridos lectores, en esta peli salen cuatro monstruos mal contados, y no tienen efecto alguno en la trama. Es como hacer otra secuela más de transformers (Dios no lo permita), y que no salga ningún transformer en ella, un tremendo wtf.
Obviamente, en el cine la gente se fué a puñados, ante semejante engaño, pero yo aguanté hasta el final, con la esperanza de que hubiese algún protagonismo de última hora por parte de nuestros amigos los monstruos. Ni que decir tiene que esperé en vano, ganas de matar aumentando.
Si la película tuviese un nombre honesto se llamaría algo así como: "Guerra contra los insurgentes árabes 2, sale un monstruo al fondo".
Resumiendo, película genérica sobre Irak o similar, donde salen un par de monstruos de atrezzo, y que no recomendaría ni a mi peor enemigo.

Señoras y señores, esta mierda no hay por donde cogerla, ni con guantes, ni con una pala, ni con una excavadora.
Te venden que es una especie de vigilante con traje antidisturbios, lo cual resulta atractivo en un primer momento, pero es un engaño. Este tío no es un vigilante, ni un justiciero, ni nada parecido. Ataca por la espalda a macarras desarmados de medio pelo, llevando puesto un traje antidisturbios. Encima las peleas son lamentables, aburridas, mal coreografiadas, poco creibles y mal rodadas. Como nota de humor, destacar una pelea en la que atraviesa el pecho de un tipo con la porra de goma que usan los antidisturbios, y yo me lo creo.
El guión es inexistente pocos diálogos, situaciones inconexas, escenas absurdas, fallos de continuidad...
Los personajes son lamentables, sobre todo el protagonista, que tiene unos ataques de ira injustificados a la mínima ocasión.
La música se puede usar de método de tortura, unos golpeteos de martillos a todo volumen, y unos efectos de sonido fuera de lugar. Creo que es la estrategia que han elegido para mantener al público despierto, ruido cada pocos minutos, una tortura por privación de sueño en toda regla.
El montaje lo ha hecho Homer Simpson, siempre fundido en negro, y gracias que Lisa no le ha dejado poner cortinilla en estrella. Además hay tantas escenas cortas e inconexas, que parece que estás viendo las escenas eliminadas del dvd.
Esta película tiene pinta de haberse hecho con una subvención, y cada vez que metiera una cámara lenta le daban más dinero. Además todo son escenas heroicas, bajando una escalera, mirando a la cámara, andando por la calle, echando un pis. Bueno, esta última no, pero sería más heroica que el resto de lejos.
Si después de leer esta crítica te quedan ganas de ver la película, eres masoquista o eres pariente del director.

Cada vez que nos subimos a un taxi nos la jugamos. Nos puede tocar un timador que da rodeos, un cansino que nos cuenta su vida, un caluroso que lleva las ventanillas bajadas en invierno, o uno que nos deleita con su música favorita.
En esta película les ha tocado un taxista duro, muy duro, y además se han ido sin pagarle la carrera. Grave error.
La película parte de una buena premisa, se desarrolla a buen ritmo, y justo cuando la cosa empieza a hacerse repetitiva, el guión da un giro inesperado de lo más original.
No os la perdáis, y acordaros de pagar al taxista, no vaya a ser...