Muy entretenida, risoria, y a veces surrealista comedia con vampiros. Cada capítulo es una aventura cómica de un grupo de no-muertos bebedores de sangre que realizan cosas extravagantes muy parecidas a la de los seres humanos.

Ojalá Bruce Lee pudiera estar vivo para ver esta genial creación que han escogido de sus escritos y que no deja de ser un reflejo de una historia lejana donde el racismo y las artes marciales se expresan como contraparte y respuesta a los valores de aquél entonces.
Lo bueno es que su hija Shannon Lee está detrás de esta producción y eso es importante.
Tremendos actores, buenas peleas y gran atmósfera que se ha creado.

En su cometido, consigue lo que que quiere, que es dramatizar y enviar un mensaje a la sociedad de que la trata de niños como material sexual existe y cada vez son más las víctimas.
No es una película explícita en sus imágenes, cosa que no es necesario tampoco.
Su misión es la de denuncia, de conseguir la lágrima fácil y de mostrar la labor solitaria de un policía norteamericano que enfatiza con la causa.
Sale Mira Sorvino haciendo un papel testimonial, cuando ya ella fue una de las protagonistas de una cinta llamada 'Tráfico Humano' (2005) que fue todavía mucho más dura y realista.

De las mejores películas de supervivencia que he visto en los últimos años.
Mads Mikkelsen (como ya nos demostró en La Caza) es un actor que sabe gesticular muy bien y hacernos empatizar con su personaje de una manera dramática y casi desesperada.
Fotografía increíble de los páramos helados islandeses y grandes dosis de proeza humana vistas en esta cinta, sobre todo el final.
Esta película tiene que tener grandes reconocimientos de aquí en adelante. Ni necesita diálogos ni necesita muchos más efectos de los que tiene.

Es una peli entretenida, cómica y llena de travesuras que todos los niños que crecimos con Daniel el Travieso aplaudimos como la mejor versión que ha tenido el personaje.
Walter Matthau en el papel del señor Wilson es muy destacado ya que es el objetivo de la mayoría de travesuras y nunca sabes qué puede ser lo siguiente.
Lo mejor de todo es que se puede ver con cualquier tipo de público y echas un buen rato.