Siempre pensé que a David Yates le venia grande esta saga, y así ha sido. Mucho fuego de artificio y poca emoción para la que se supone es la parte final de una gran saga. Hasta los fans (que votarán hipócritamente en negativo) se darán cuenta de que no hay un sólo momento en toda la película en la que se te haga un nudo en el estómago, ni una música elevada que te haga saltar una sola lagrima, no hay una secuencia emocionante que te haga apretar los dientes para ocultar tu gesto descompuesto, mueren personajes importantes, si, pero a ninguno le ves luchar por su vida, a los muertos te los enseñan ya muertos, de una forma fría y poco digna, ni siquiera hay un buen discurso o una buena frase que te empañe los ojos por que sabes que estás ante el final de todo.

Películas más mediocres y sagas menos pretenciosas han conseguido mas con mucho menos, esta ha tenido 8 partes, 8 oportunidades de convertirse en una saga épica y desde su quinta entrega todo ha sido tapado por los efectos especiales que aunque eran muy buenos dejaban al descubierto todas las carencias del director, el guión y la interpretación de los actores jóvenes.

Lo mejor: Alan Rickman, Maggie Smith y los efectos especiales.

Lo peor: la falta absoluta de emoción, no parece un final, simplemente es una mas.

Te venden la película como la típica comedia para adolescentes con Lindsay Lohan a la cabeza como una chica rebelde a la que su madre (Felicity Huffman) manda con su estricta abuela (Jane Fonda) para que esta intente aleccionarla, y como es normal el publico se espera risas y situaciones alocadas repletas de gags con mayor o menor gracia, después la moralina y el final feliz. Pero la película no va por ahí, su historia es mucho mas complicada y se mueve por unos caminos muy distintos a los que uno espera cuando se sienta a ver una película de Garry Marshall, el principal problema de esta película es la falta de fuerza a la hora de decantarse claramente por un genero u otro, nunca llega a ser una comedia pese a los 3 o 4 momentos graciosos, nunca llega a ser un drama pese a la compleja historia que se abre camino, tampoco es una película romántica pese a los romances que surgen, tiene un poco de todo pero nunca lo suficiente como para dejar al espectador relajado disfrutando de la película. Y la historia no es mala, yo diría que interesante y quizás con otro director menos curtido en comedietas hubiéramos tenido una película mucho mas comprometida y atrayente.
A pesar de todo la película cuanta con unas grandes actuaciones, (incluida la señorita Lohan) una gran Jane Fonda y una grandísima Felicity Huffman.

Lo mejor: Todas y cada una de las escenas de Felicity Huffman.

Lo peor: Que la vendan como lo que no es.

Lo tenía casi todo, una gran actriz, Susan Sarandon, capaz de levantar ella solita la película, una historia que prometía muchas cosas, la actriz revelación de la temporada, Emily Blunt (El Diablo Viste De Prada), el siempre eficaz Sam Neill, una factura alejada de los grandes estudios idónea para jugar con libertad sin tener que caer en tópicos…

… pero a la media hora todo empezó a decaer, pudiendo haber jugado mucho mas con los múltiples temas que la trama iba dejando abiertos, todo comenzó a tomar un rumbo a lo absurdo, en ese momento debió ser cuando el perro de la directora se zampó las últimas páginas del guión y la pobre mujer (primeriza en esto de hacer películas) no supo hacer más que inventarse ese espantoso final.

Lo mejor: La insinuante escena del baile entre Sarandon y Blunt, de haber seguido por ahí todo hubiera sido mejor.

Lo peor: El final.

Posiblemente esto es lo que hubiera hecho la Disney si el proyecto hubiera caído en sus manos, una película ‘excesivamente’ blanda hasta el punto que deberían clasificarla como ‘recomendada únicamente para menores de 10 años’. No hay ni una gota de sangre en toda la película (y no es que haga falta), pero cuando lo único que te ofrecen es una sucesión de chistes y gamberradas a lo Scary Movie y las balas lo mas que hacen es levantar al vuelo los sombreros, te preguntas si lo que estas viendo es una nueva aventura del zorro o el montaje del ‘hijo’ del director.

A pesar de eso, la película no es mala del todo gracias a la química entre la pareja y al mayor protagonismo de Catherine Zeta-Jones, sin ella, sin sus patadas y sin algún momento con gracia, la película además de blanda seria insoportable.

Lo mejor: Al margen de las estupideces, tiene mas gracia que la primera, algún momento de ‘pique’ entre la pareja y la cara del caballo al ver el túnel.

Lo peor: El excesivo empeño en mostrarnos una película familiar es una navaja de doble filo que hace que la película resulte mas blanda de lo que debería ser.

Jodie Foster regresa por la puerta grande al primer plano tras su último protagonista allá por el año 2002 en ‘La habitación del pánico’.

Plan de vuelo: Desaparecida, es una película que a pesar de no mostrar nada nuevo en el género, no desilusiona del todo, el principio es brillante, y los primeros momentos de la búsqueda de la niña están cargados de emoción e intriga que a pesar de irse desmoronando según avanza la película, nunca termina de decaer del todo.
El final no es de los peores, pero tampoco esta a la altura de las expectativas creadas tras la primera hora de visionado del film.
Todos los actores están correctos, Jodie Foster inmejorable, y como mención especial Sean Bean que además de correctísimo aporta la calma y la serenidad que la película necesita.

Lo mejor: Jodie Foster, Sean Bean, y la primera hora de metraje.

Lo peor: Aunque no es del todo malo (podrían haber sido peor) el final no cumple con el brillante comienzo.