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El soplo al corazón (1971)

El soplo al corazón
115 min.
7.6
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Teaser (FRANCÉS)
Sinopsis
Francia, años 50. Laurent Chevalier es un chico de catorce años que comienza a descubrir la vida. Su padre lo ignora, su madre lo venera y sus hermanos combinan gestos de cariño con el abuso propio de los mayores. En poco tiempo, Laurent pasa de ser virgen a tener una experiencia frustrada con una prostituta y a sufrir los intentos de seducción de un cura. Cuando se le detecta un soplo al corazón, Laurent, acompañado de su madre, irá a un balneario, en el que la vida social es digna de una gran ciudad. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Adolescencia Años 50
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
Le souffle au coeur
Duración
115 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Francia-Italia;
Links
Premios
1971: Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película)
1972: Nominada al Oscar: Mejor guión original
8
Sobre la adolescencia
Escrita y dirigida por Louis Malle, es una de sus obras más conocidas. Se rodó en Dijon (Francia) y en estudio. Fue nominada a la Palma de oro, a un Oscar (guión original) y a dos NYFCCA (dirección y guión). Ganó el Kansas FCCA al mejor film extranjero. Los productores fueron Vincent Malle y Claude Nadjar ("Lacombe, Lucien").

La acción tiene lugar en Dijon (Francia) y en una residencia de Norvan, entre primavera y finales de julio de 1954. Cuenta la historia de Laurent "Rizzo" Chevalier (Benoit Ferreux), de 14 años, el menor de tres hermanos, hijos de un ginecólogo presuntuoso, Charles (Daniel Gélin), y de una italiana liberal, Clara (Léa Massari), que se casó a los 16 años, tiene 35, es de carácter independiente y siente predilección por Laurent. Éste es inteligente, buen estudiante, aficionado a la lectura y de buen corazón: es voluntario de la Cruz Roja.

El autor explora la adolescencia, como en "Adiós muchachos" (1987). Muestra la oposición creciente que siente el chico por la autoridad, que encarnan el padre y el cura que le da clases en el colegio (Michel Lonsdale). Se rebela contra quienes mantienen una absurda guerra colonial, que pronto concluirá en derrota (Dien-Bien-Phu), y contra quienes la defienden. Prueba todas las experiencias que considera asociadas al hecho de ser hombre, como beber, fumar puros, bailar con chicas. Su emergente sexualidad le lleva a masturbarse y a buscar la compañía de muchachas como Helene. Cuando su madre regresa al sanatorio, tras romper con su amante, el chico trata de calmarla, acariciándola y besándola. En un marco de inocencia, afecto, comprensión y sosegada felicidad conoce el amor por primera vez. Guardará un grato recuerdo del hecho, no sentirá remordimientos y seguirá su aventura personal con normalidad. La obra no es la historia de un incesto, sino la historia de un adolescente que busca su camino. En el recorrido encontrará dificultades, pero sobre todo momentos de satisfacción y de plenitud.

La música incluye composiciones de Charlie Parker y su orquesta, con protagonismo del saxo y acompañamiento de viento, piano y percusión. Se añade un fragmento de Dizzi Gillespie. La fotografía, de Ricardo Aronovich ("Providence"), desarrolla una narración visual muy cuidada, de colores suaves, con predominio de las luces doradas y los fondos crema, y con una cámara que muestra las inquietudes y los deseos de Rizzo, espoleadas por el ejemplo de sus hermanos. No se excluyen algunas imágenes de desnudos explícitos, oportunas y tratadas con discreción y respeto. El guión explora el mundo de la dolescencia en el momento delicado en el que descubre el sexo y se posiciona ante él. Comete un error garrafal al decir que en el alto del Izoard Bobet adelantó a Bahamontes en 15'. La dirección crea una historia personal cautivadora, que invita a la reflexión sosegada y serena.

Película bien elaborada, de excelente fotografía y magnífica música, que cuenta con maestría una historia de enorme interés humano.
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85 de 102 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
En brazos de la mujer, madre, madura.
Uno de los más hermosos, certeros y elogiables acercamientos que haya dado el cine al mundo, tan particular, que transita de la adolescencia a la juventud.
Malle, como casi siempre, arriesga en su apuesta con un argumento tan digerible y fluido como espinoso: para contarnos la vida de Laurent, aquejado de un soplo al corazón, el cineasta nos habla de su fría relación con su padre, un reputado ginecólogo; de su frustrada primera relación sexual con una prostituta; del intento de seducción por parte de un sibilino sacerdote, para llegar al final apoteósico, en el que el joven Laurent, el predilecto de la madre (bellísima Lea Massari), cae en brazos de ésta. Para Laurent su madre es mucho más que eso, es casi su mujer, es su amiga, su cómplice, su máximo apoyo. Para ella, el joven es casi su marido también por ser su confidente, su guardián de secretos, su asidero de comprensión. Malle nos lo cuenta con tanta naturalidad, que lo que pudiera parecer o transmitirse como resbaladizo, queda como un instante felicísimo, hermoso, memorable.
La película tiene una atmósfera y un tono muy logrados, está narrada con pulcritud en un guión que se desliza, magnífico, al compás de la puesta en escena, en un todo que es una declaración de intenciones y reivindicaciones: libertad para amar, para elegir, para ser feliz, pudiendo, a cada momento. Libertad. Libre. Como el cine de su gran autor.
Música de jazz de Charlie Parker.
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47 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
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