Por un puñado de sueños (2006)

Después de recorrer de arriba abajo toda la península ibérica en busca de lugares adecuados para rodar westerns, el equipo de Sergio Leone encuentra el sitio idóneo en el desierto de Tabernas.
Son los años 60. La España de alpargata se está modernizando y a Almería llega la industria cinematográfica produciendo una pequeña conmoción social.
De entrada los oficios que se encargan de los decorados, taxistas, extras y toda la parafernalia que rodea el rodaje ven multiplicar sus ganancias. De cobrar unos pocos duros como peones de albañil a llevarse tranquilamente de 150 a 400 pesetas en una jornada de trabajo. Dinero que luego emplearán para pagar las letras del taxi, comprar el televisor familiar o uno de esos grandes despertadores de dar cuerda a mano.
De todo esto habla un numeroso grupo de antiguos trabajadores y acompañantes en aquellos rodajes en Almería. Tal vez sobre alguna entrevista.
Siguiendo la estela marcada por las cinco películas míticas de Sergio Leone, vendrá luego el rodaje de otras trescientas ya de calidad más irregular.
Pero no se trata solo de los indudables beneficios económicos que trajo el cine a la Almería de entonces. También importa el roce y las relaciones humanas que se trabaron con las grandes estrellas del celuloide. Tal vez aquí se encuentre lo más interesante del documental, conocer el carácter afable de personajes como Lee Van Cleef, cariñoso e íntimo con los suyos, el perfeccionismo de Leone o la necesaria americanización de los nombres de los actores que convirtieron, por ejemplo, en Frank Barry al fortachón Paco (Francisco) Barrilado.
Hoy apenas queda de aquellos años de película, la memoria de algunos extras o ayudantes y los restos de decorados que el tiempo y la estulticia de los vecinos han permitido conservar.
Tras unos compases de Dylan, se impone enseguida la música del gran Morricone como fondo para ir desgranando entrevistas a los supervivientes del western mediterráneo, o mientras se muestran las ramblas y paisajes de aquella América almeriense.
Sin embargo, las conversaciones más entrañables llegan de la mano de dos artistas de la talla de Claudia Cardinale y de Eli Wallach. Una señora y un caballero. Elegantes los dos evocan sus andanzas hispanas y su relación con la gente almeriense y con el resto de profesionales.
Interesante documental que trae a la memoria las "800 balas" (De la Iglesia) estrenado cuatro años antes.
"Por un puñado de sueños" es un paseo que damos por una época muy interesante de la mano del trío de actores que protagonizó la Trilogía del dólar: "El bueno, el feo y el malo".
Muerto Cleef de quien nos hablan bastante los amigos que dejó en Almería, nos queda la simpática entrevista a Wallach, un caballero como ya se ha dicho. Nada se dice sin embargo del gran Clint Eastwood que tanto debe al desierto de Tabernas. Otra vez "El tercer hombre". Una pena.