Poder y traición (2011)

Fue en los idus de marzo, cuando Julio César fue traicionado y asesinado. Apoyado en dicha cita histórica, Clooney nos ofrece una película más que interesante, que supone un reverso del episodio histórico y que plantea la tragedia o imposibilidad de la integridad en el centro donde se fragua la política.

Recuerdo el argumento: Steve (Gosling) un joven idealista trabaja para el triunfo de las primarias de Mike Morris (Clooney), codo a codo con el manager de la campaña demócrata (Seymour Hoffman). Para él, sus principios están claros: ama la política y siente que en Morris se cumple un proyecto que puede cambiar el horizonte político estadounidense. El punto de giro de la campaña se decide en el estado de Ohio. En este momento crucial, su relación con Molly, una joven interna, y su inesperado contacto con el manager de la campaña rival (Giamatti), dan un vuelco a su situación. Las traiciones de unos de otros se sucede, hasta que Steve decide dar un golpe de timón.

En "spoiler" puedo narrar más pormenores. En lo que aquí toca, considero que la película de Clooney tiene en su perspectiva crítica, satírica y despiadada, y en sus intérpretes sus mejores argumentos. El modo en que tanto demócratas como republicanos son puestos en liza, también ayudan a evitar cualquier tufo partidista.

Sin embargo, algo flaquea el film en cuestiones de guión. No diré que es un guión de tercera, como algún crítico ha dicho por estos lares. Es simplemente que la historia sentimental del protagonista con la chica adquiere unos tintes folletinescos que en momentos parecen distraer al público del foco moral que plantea la historia.

El conflicto planteado tiene, pese a todo, la fuerza suficiente para aguantar ciertas desigualdades. La pregunta queda en pie: en un nido de traiciones ¿quién es hoy día Julio César? ¿Y quién puede quedar libre de pecado?

Desde los inicios del cine, se han realizado muchísimas películas, no solamente sobre política también sobre otras temáticas y se seguirán realizando, los argumentos muchas veces son repetitivos y poco originales, los guionistas tienen que realizar un trabajo extra para encontrar aquellas tramas argumentales que consigan ser totalmente rompedoras, y por lo que se puede ver pocas veces lo consiguen.

En la cinta de Georges Clooney basada en la obra teatral “Farragut North” de Beau Willimon, que también ha colaborado en la adaptación cinematográfica, nos habla de los teloneros de la política, esos hombres que consiguen ó no que su candidato alcance el sueño deseado.

Pero considero que Clooney ha sabido acertar en la trama argumental, ya que se reserva para sí el papel principal pero lo hace pasar a un muy segundo plano, y nos coloca como primeras figuras a un excepcional Ryan Gosling que interpreta su papel de Director de Comunicación, de una forma excelsa, admirador de su Jefe Supremo, inteligente, sutil, hábil, pero quizás no demasiado experimentado, para enfrentarse a su propio Jefe de Campaña (un magnífico Philip Seymour Hoffman), así como al Jefe de Campaña contrario (otro excelente actor como Paul Giamatti), la lucha entre estos últimos es conseguir que sus respectivos candidatos ganen la nominación del partido Demócrata, utilizando a Gosling para ganar esa partida de ajedrez, así como dejar en todo lo alto su particular duelo.

Cuando aparece en escena la estupenda Evan Rachel Wood, y se relaciona con Ryan Gosling, sabremos una de aquellas verdades que aparecen escondidas, y de nuevo veremos a un Gosling cambiar de actitud, de formar de actuar, aparecerán las mentiras, las medias verdades y las cínicas actuaciones que esos personajes que por su situación debían de ser los más honestos de todos, llegará a aparecer hasta la prensa más corrupta en la persona de Marisa Tomei. Llegando a un final totalmente inesperado. A mí modesto entender una película elegante, y muy bien realizada.


Ryan Gosling a Philip Seymour:
Se aprende muy rápido, cuando delante has tenido a grandes maestros.