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Nunca aceptes dulces de un extraño (1960)

Nunca aceptes dulces de un extraño
82 min.
7.1
353
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Tráiler (INGLÉS)
Sinopsis
Jean Carter, la hija de 11 años de una familia que recién se ha mudado a un pequeño pueblo de Canadá, dice haber sido corrompida por un hombre que le ofreció caramelos. El viejo del que hablaba la niña resulta ser el Sr. Olderberry, abuelo de la familia más antigua, arraigada y poderosa de la ciudad. Aunque los padres están convencidos en denunciar el caso a la policía, el proceso judicial no será tan sencillo como esperaban. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Thriller Drama judicial / Abogados/as Abusos sexuales
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Reino Unido Reino Unido
Título original:
Never Take Sweets from a Stranger
Duración
82 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
7
El Cebo
Desconocida película de la Hammer que, apartándose un tanto de sus géneros más habituales, aborda con singular eficacia y no poca valentía un tema tan escabroso como es el de los abusos sexuales a menores, el cual resulta enriquecido y amplificado al mostrarse la reacción de la comunidad, en mi opinión lo más interesante de la cinta.

Y es que el argumento aparentemente central, que podría ser la pedofilia o la pederastia (aunque suelen emplearse como sinónimos no lo son, pues sólo el segundo término implica violencia física) y que muy fácilmente nos conduciría al terreno del thriller, como ocurre en la espléndida película a la que hago alusión en el título, cede aquí protagonismo ante la pormenorizada descripción de las distintas reacciones de los miembros de la comunidad, consiguiéndose así un retrato social particularmente agudo.

Entre tales reacciones podemos encontrar un amplio muestrario de las debilidades humanas; la mayoría de los personajes, oriundos de la localidad en la que transcurre la acción -no así la familia de la niña agredida, recientemente llegada a la ciudad-, temen la influencia social y económica de la familia del sospechoso, al tiempo que dudan de los forasteros, siempre sospechosos de "no conocer cómo son las cosas" o de comportamientos inapropiados. Muchos de ellos, reconociendo íntimamente lo horrendo del suceso, son sin embargo partidarios de lavar los trapos sucios en casa, y por tanto tratan de enterrar el asunto lo más rápida y discretamente posible; incluso la abuela de Jean ejemplifica esta tendencia, al dudar acerca de implicar a la policía, revelándose entonces, por medio de un recuerdo suyo, lo común que hasta entonces era mirar para otro lado en estos casos.

Todo el primer tramo de la película, cuando la familia Carter reconstruye lo ocurrido y empieza a moverse para encausar al viejo Olderberry, sirve para mostrar la reacción de la comunidad, y el segundo tramo, que emparenta brevemente al filme con el drama judicial, viene a ser la constatación de lo ya apuntado anteriormente, constituyendo un buen ejemplo de hasta dónde puede llegar la presión social, aquí terriblemente ejercida por el hijo del sospechoso, personaje aún más terrible que el padre, como bien se apunta en un diálogo de la película. El tramo final responde más a las claves del thriller e incluso del terror; así, en la persecución por el bosque y el lago se aprecian similitudes con "La noche del cazador" e incluso con "Frankenstein", en la medida en que ambas muestran la inocencia amenazada, como ocurre en este caso.

Correctamente interpretada, llama la atención la concepción del culpable, al que vemos ya muy al principio del filme, pero al que nunca escucharemos pronunciar ni una palabra; la interpretación de Aylmer es así muda, y aunque resulta algo teatral y forzada -quizás es lo menos realista de la película- debo decir que funciona bastante bien, sobre todo en el tercio final. Correctamente filmada por Frankel, un desconocido para quien esto escribe, pero que sabe mantener el ritmo del filme, debe destacarse también la fotografía en blanco y negro de Francis; la secuencia rodada en el lago, con las dos niñas y el mal acechando, vienen a ser un anticipo de lo que al año siguiente haría en la soberbia "The Innocents" ("Suspense"), de Clayton. Añadamos a esto un eficaz guión (sobre todo en el retrato crítico de los personajes, todos ellos necesarios para reforzar el argumento), y sólo nos queda disfrutar de una de esas desconocidas pero magníficas películas de serie B, verdadero cebo de calidad para los aficionados al cine.
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25 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El poder del dinero
Es ésta una película curiosa, muy bien realizada y adelantada a su tiempo. Ignoro si ya se había tocado el tema de la pederastia antes de Nunca aceptes..., pero es la primera vez que lo veo plasmado de frente, sin ambivalencias, en una película de hace 53 años (ahí es nada). Además, es una producción Hammer, y cuenta con un guión sólido y bien tramado (los guiones nunca fueron el punto fuerte de la productora), y cierta crítica social sobre la prevalencia de las "fuerzas vivas" sobre cualquier cosa que pueda perjudicarlas, aunque imagino que debieron trasladar la acción a Canadá por imperativos "superiores". Narra la historia de una familia que se enfrenta a todo un pueblo, al que acaban de llegar (él ha sido nombrado director del colegio), cuando su hija les confiesa que ella y otra amiga han bailado desnudas ante un anciano para que les diera caramelos. Nadie quiere ni oír hablar del tema, que afecta al cacique local, pero los Carter van a juicio y la niña es sometida a inicuas presiones por el abogado de los jerifaltes, hasta que sucede lo inevitable... Con una preciosa fotografía del gran Freddie Francis y una dirección precisa y férrea del poco distinguido Cyril Frankel (aunque el cine inglés le deba el gran éxito de Es grande ser joven), Nunca aceptes... es una película sumamente interesante que ahora podemos disfrutar gracias al DVD porque, como no podía ser menos, jamás se estrenó en este país. Un descubrimiento.
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
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