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La sombra de un campeón (1978)

Sinopsis
Lloyd Bourdelle (Walter Matthau) es un entrenador de caballos sin dinero, que es ayudado por sus tres hijos: Buddy, Randy y Casey. Cuando una de las yeguas de Bourdelle da a luz a un potro especial llamado "Sombra de Casey", la suerte de la familia cambia. Cuando el potro cumple dos años lo llevan a Ruidoso, Nuevo México, para competir en el prestigioso All-American Futurity. Sin embargo, unos meses antes del evento, el caballo resulta herido en una carrera... (FILMAFFINITY)
Género
Drama Familia Deporte Caballos
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Casey's Shadow
Duración
117 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
8
Con fe e ideas claras siempre se puede triunfar
El entrenador de caballos Lloyd Bourdelle (¿con qué intención le pondrían semejante apellido?) tiene una idea fija en su cabeza: Salir de pobre y sentarse en el escaño de los ricos. Como aquella frase de ‘¡Porque sí!’, es de lo más estúpido que alguien puede responder cuando se le pregunta por cierto comportamiento, vamos a ver -bien adelante la historia-, que hay una razón muy poderosa por la que, Lloyd, quiere hacerse rico hasta el punto de la obstinación.

El viejo se ha quedado con sus tres hijos: Buddy, Randy y Casey, tres buenos chicos que lo ayudan comprometidamente con sus labores, pero, los ensayos previos preparando un caballo que gane una buena carrera, no han dado buenos resultados… hasta que, llega el día en que la familia se hace con un potrillo que lleva la sangre de un campeón, y todos los esfuerzos van a estar centrados en prepararlo para participar en la competencia All American Futurity, donde el premio es nada menos que ¡Un millón de dólares!

Con un guion de Carol Sobieski, basado en la historia que, con el título “Ruidoso”, John McPhee publicara en el periódico New Yorker en 1974, “LA SOMBRA DE UN CAMPEÓN” prometía ser otra historia con la eterna fórmula: Alguien quiere ser campeón-se prepara para serlo-y al final triunfa… y de alguna manera lo es, pero la prueba de que, lo que aquí importa no es el triunfo de un caballo, ni la gloria de un jinete, es la manera ligera como el siempre ingenioso director, Martin Ritt, maneja estos aspectos, prefiriendo centrarse en la lucha por la dignidad de un hombre que se ha sentido pisoteado por alguien en particular y por la sociedad en general.

Walter Matthau, representa a un hombre de la etnia Cajún (Cadiens o Acadiens, en inglés), una comunidad del estado Louisiana que, además del inglés, habla un dialecto derivado del francés y que son reconocidos por su aporte a la cultura. Como es habitual, su personaje resulta encantador siendo un padre comprometido, de mente abierta y firmes aspiraciones, dispuesto a ser alguien antes de decirle adiós a este mundo.

Reconocimiento para la veterana y siempre simpática Alexis Smith (a quien recordamos por “The constant nymph”, “Of human bondage”, “Here comes the groom” …) quien hace aquí de la empresaria, Sarah Blue, en cuyos establos sólo aspira a tener grandes campeones. Y Robert Webber, quien, como Mike Marsh, es el infaltable arribista dispuesto a traicionar a quien sea para pretender salirse con la suya.

La subestimación en que se ha tenido a este aleccionador y divertido filme, se debe, tristemente, a que no responde de forma decidida a la premeditada fórmula pro-taquilla, pero, supera a muchos de estos títulos, en su trasfondo humano y en la forma como un padre consigue dignificarse, al tiempo que consolida el carácter y la integridad de sus hijos. No por nada, Ritt lo tuvo entre sus filmes favoritos junto a “Hud”, “Sounder” y “Norma Rae”.

Título para Latinoamérica: “EN BUSCA DE UN SUEÑO”
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