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La nave del terror (1980)

La nave del terror
91 min.
3.9
494
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Sinopsis
En las tranquilas aguas del Mar Caribe, un crucero de lujo es acosado por un extraño buque hasta que se produce una terrible colisión. No hay escapatoria, no existe lugar alguno donde los pasajeros y la tripulación puedan ponerse a salvo. (FILMAFFINITY)
Género
Terror
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Canadá Canadá
Título original:
Death Ship
Duración
91 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Canadá-Reino Unido;
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7
Muy digna serie “B” de terror sobrenatural.
Arranca durante un atardecer en alta mar, mostrándonos a la vez que los créditos a un siniestro barco sin luces, distintivos ni aparente vida a bordo, surcando las olas para inmediatamente después de los créditos y tras mostrarnos un plano lejano de lo que parece ser un buque de crucero, volver al misterioso barco y oír una voz que surge a través de los altavoces gritando algo en alemán (¡Atchung! y no sé que mas, algo así como “carnaza a la vista”). A continuación y ya con la noche cerrada, vamos viendo intercaladas escenas del interior del crucero donde vamos conociendo al malhumorado capitán en funciones Ashland (George Kennedy), al hombre que le va a sustituir al mando del crucero, Trevor Marshall (Richard Crenna) y a unos cuantos mas y escenas del buque siniestro en la que vemos como avanza en inexorable ruta de colisión, moviéndose timón e instrumentos sin que veamos a nadie que los gobierne.
Choque, crucero dañado que se va a pique y una balsa con un puñado de supervivientes en medio del mar al amanecer (mas el capitán que se lo han encontrado en mal estado en medio del mar y lo han subido a la balsa), todo esto en apenas 12 electrizantes e intrigantes minutos, a partir de aquí, tras toparse con el barco maldito (a estas alturas ya podemos llamarle así como mínimo), subir a bordo a través de una escala que vemos desciende misteriosamente de este y ya con los supervivientes a bordo del buque fantasma, tenemos una muy digna serie “B” de terror sobrenatural, trufada de esa inimitable y resultona atmosfera de los 70/80 (solo la caratula ya es todo un puntazo).
Súmese a todo lo anterior la procedencia del barco y a que lo dedicaban los nazis que fueron los últimos inquilinos vivos, lo bien logrado de ver al barco actuando como si tuviera vida propia (al mejor estilo que tenemos visto en cintas sobre casas encantadas), tratando de matar a todos los supervivientes del naufragio, los truculentos y terroríficos hallazgos con los que se van tropezando los cada vez más escasos supervivientes, una música que acompaña de forma magnífica la acción (a pesar de lo ratonera de sus notas) y el duelo entre el capitán poseído que interpreta George Kennedy y el que iba a ser su sustituto en el crucero, Richard Crenna y tenemos una película de esas que solo los verdaderos degustadores del buen cine de terror con criterio y perspectiva sabrán apreciar en su justa medida, que por la paupérrima nota que veo en esta página veo que cada vez somos menos (además la versión comercializada en DVD contiene escenas hurtadas a los que en su día disfrutamos con la visión de esta joyita en los albores del VCR).
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20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Si no puedes, no lo intentes
Con poca pasta y, seguramente, mal repartida (entre Kennedy y el alquiler del petrolero debió irse la mayor parte), Alvin Rakoff se propone a realizar lo que debería ser una obra magna. Para su realización de manera decente, o te inventas una manera de contar el choque entre los barcos sin necesidad de enseñarlo, o te dejas una millonada en efectos especiales. En 1980, con mucha pasta se podría pero sin ella... la única solución era caer bajo, como hizo Alvin Rakoff. Quien quiera saberlo tendrá que verla.

Luego, hubiera sido recomendable que hubieran dedicado más minutos de metraje a la presentación de los personajes. Sólo hay tiempo para ver a los que se salvan y nada más. Esta burda presentación, me ofendió. Para hacer esto, hubiera sido mejor empezar directamente en la "balsa" de salvamento y que alguien narrara lo anterior. O simplemente, que fuera metido por "flashbacks". Estaba claro que lo importante para el guionista era que la parte del barco fantasma, y no se quisieron entretener. Me gusta que se vaya al grano, pero con algo de elegancia.

Con este terrible comienzo, es de entender que el ánimo de uno se hubiera apagado, pero no perdí la esperanza.

El resto del metraje de desarrolló entre momento sublimes y otro patéticos. Momentos de gran imaginación con otros mil veces vistos. Aunque la música sintetizada acaba cansando, cumple su labor con dignidad. La historia es atropellada, y el final previsible.

Tampoco me gustó el uso de un barco nazi para crear la leyenda. Me parece bastante simple y facilón este recurso, pero bueno... tampoco hay que ser quisquillosos.

Para el que esté leyendo la crítica, creerá que me falta coherencia entre la nota y la reseña que he escrito. Puede ser que no se merezca más de un 2 pero cuando uno ama el género suceden cosas así. Además, tiene momentos muy buenos, que dan muy mal rollo. Está bien rodada, aunque el montaje sea pésimo.

Decepcionante. Sólo recomendable para los muy amantes del terror. Y sí, sólo por esa carátula se merece más de un 3. Al verla, vuelven a mí cabeza todos esos paseos por la sección de miedo del viejo videoclub al que iba. Mucho antes de que existieran expendedoras automáticas, y mucho antes de que se inventara el DVD.

Ahí va mi crítica nostálgica de la semana.
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20 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
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