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Últimas sesiones con Marilyn (TV) (2008)

Últimas sesiones con Marilyn (TV)
90 min.
7.0
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Sinopsis
Reconstrucción de los últimos días de Marilyn Monroe a través de las cintas grabadas por su psicoanalista Ralph Greenson, la última persona que la vio con vida. Durante sus últimos años, la actriz se sometió a sesiones de psicoanálisis en la consulta de Greenson, uno de los psicoanalistas más famosos de Hollywood. Las cintas desvelan aspectos importantes de la vida de la actriz como su fascinación por directores de cine como George Cukor y John Huston, escritores como Truman Capote o Arthur Miller, y políticos como J. F .Kennedy. (FILMAFFINITY)
Género
Documental Documental sobre cine Biográfico
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
Marilyn, dernières séances (Marilyn, Last Sessions)
Duración
90 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Grupos
Sobre Marilyn Monroe
8
La enigmática Marilyn
Para mi no ha existido una mujer como Marilyn, enigmática, dulce, pícara, bella, contradictoria, simpática, irresistible, símbolo sexual, estupenda actriz de comedia, risueña,... en fin, un icono de la cultura pop de medio siglo y diva del cine mundial.

Marilyn en sus últimos años a partir de enero de 1960 hasta la fecha de su muerte estuvo obsesionada con el psicoanálisis, de alguna u otra forma ella quería encontrarle un sentido a su vida y saber como llegar a la felicidad que nunca pudo hallar. Aunque esto suene contradictorio, ya que la mayoría de las veces era ella misma la que se saboteaba, para alcanzar ese tan anhelado equilibrio emocional que constantemente estaba buscando en la vida.

Ralph Greenson, un prestigiado psicoanalista de Hollywood fue su apoyo en aquellos últimos años de su existencia (casi como un padre), en base a sesiones de terapia que fueron grabadas por el mismo, la personalidad enigmática de Marilyn, se puede percibir, desmenuzar y hasta cierto punto comprender y sobre todo la sientes a través de una narración poética y magistral en este documental.

La vida de una estrella como Marilyn, es difícil de desmenuzar, de comprender y es fácil satanizarla y llenarla de adjetivos que a veces son injustos. En base a este material he lo grado comprender el fenómeno Monroe, y al mismo tiempo descubrir el ser humano desconocido que se escondía bajo la belleza de su piel y sus encantos.

Si duda un material polémico, pero sumamente aleccionador, vale la pena este trabajo que nos muestra el lado frágil y a su vez hermoso de esta singular mujer.

Muy recomendable.
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21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
En la mente de la Diva.
266/26/14/08/20) Sugerente documental centrado en los últimos meses de vida del mayor mito femenino que ha dado el cine, habrá habido mejores actrices, pero no más Icono que ella, en el lado masculino se puede discutir entre Chaplin, Bogart, John Wayne o Marlon Brando, pero por las mujeres ese trono indiscutible lo detenta Marilyn Monroe, además con su trágica intrahistoria de una muerte prematura envuelta en el misterio (oficialmente suicidio), dejando como marca el famoso dicho aquello de dejar un bonito cadáver, con lo que nunca llegó a envejecer a nuestros ojos, manteniéndose como la más hermosa entre las bellas, la más sensual entre las más sexys.

Que me desvío de tema. Metraje dirigido por el francés Patrick Jeudy, se basa en el polémico (se discute su veracidad) el libro “Marilyn, The Last Sessions” (2006), escrito por Michel Schneider, hay voz en off marcadamente en prosa poética, mezcla dosis de cine noir, se notan influencias en la música de violines y piano nostálgico, nos relata como a partir de enero de 1960 comenzó a asistir a sesiones de terapia con el psicoanalista Ralph Greenson (su quinto terapeuta), estas sesiones (30 meses) son la base para entrar en la convulsa mente de Norma Jean Mortensen, con el acompañamiento de imágenes de archivo de la época (las morbosas de sus sesiones pre-estrellato desnuda, las míticas del ‘Happy Birthday’ a JFK, el que se dice fue su gran momento de felicidad en su actuación en la Guerra de Korea, sus tiernas imágenes con Arthur Miller, cuando pone seña la huella de sus manos y calzado en el Paseo de la Fama, su asistencia turbadoramaente vestida de negro al bautizo del hijo póstumo de Clark Gable, la escena de la piscina de su película inacabada,...), más clips de películas (siendo de marcado sino meta-ficcional la de “Vidas Rebeldes”, que se dice era un retrato de la fulgente personalidad de Marilyn) alguna dramatización, intenta componer el retrato de una mujer con depresión, traumas infantiles, solitaria entre la multitud, acomplejada, triste, obsesa del sexo, baja autoestima, frágil, dolida por no poder ser madre, queriendo escapar a su lado de estrella, el miedo al rechazo, el complejo de buscar en padre en sus relaciones amorosas, la irresistible necesidad de ser amada. Prácticamente nada que no supiéramos, pero desarrollado con un ritmo y cadencia lírica intensa en cada metáfora (La vida de la diva se compara con un juego de Ajedrez, que acabó sin vencedor, donde la madre de Marilyn es la Reina negra, los Kennedy son los dos Alfiles, Greenson es el Caballo, y Marilyn es la reina blanca., lo novedoso es como el psicoanalista se cuenta se torna en una figura con la que Marilyn llega a intimar hasta límites malsanos en su relación de dependencia (llegó a dejar el psicoanalista sus otros pacientes para centrarse solo en ella, ella dumio noches en la casa familiar del doctor, estaba presente como asistente de Marilyn durante el rodaje de la película inacabada “Something's Got to Give”). Todo en una evolución de la cinta con saltos hacia adelante y hacia atrás para ir dando sentido a la psique de la protagonista. Esto punteado por elementos de cine detectivesco (algo forzado y poco interesante) en como el escritor de la novela consiguió el material para su novela, que se transforma en el celuloide en una estimulante análisis freudiano de la celebridad, donde su ritmo y deconstrucción de la vida de ella resulta, muy sugerente en miscelánea de la mencionada música, donde el tema ‘Im sorry’ cantado por Brenda Lee se convierte en estremecedor leit-motive del relato.

‘En las primeras horas del 4 al 5 de agosto de 1962, sonó el teléfono en la casa del psicoanalista Ralph Greenson en Los Ángeles. Un hecho común, ya que fue el médico de las estrellas, tratando con artistas como Peter Lorre, Vivien Leigh, Tony Curtis, Frank Sinatra, Vincente Minnelli y Marilyn Monroe, quien fue el tema de la llamada esa noche. Greenson recibió una solicitud alarmante de una sirvienta en la casa de Marilyn, preocupada de que ella no respondiera a su llamada. El inconsciente freudiano "made in Hollywood", Greenson, un hombre delgado y elegante que siempre hablaba con seriedad y sabiduría, había sido una de las últimas personas en ver viva a la actriz y, al llegar a su mansión, romper un vaso y entrar ventana, fue el primero en encontrarla muerta. En unos pocos días, la fama de Greenson se fue por el desagüe: como psicoanalista de las estrellas, se descubrió que era indirectamente culpable de la muerte de Marilyn, ya sea que estuviera administrando medicamentos demasiado fuertes.’

Schneider, como sus personajes principales, no cree en la única hipótesis del suicidio. En su libro, muestra cómo Greenson, al descubrir el cuerpo débil de la actriz, primero llama al médico Hyman Engelberg, quien también trató a Marilyn, prescribiendo a menudo tranquilizantes. La policía no es notificada hasta poco antes del amanecer, cuando Engelberg llama al jefe de policía de la calle Purdue, informando que Marilyn Monroe se había suicidado "Los médicos, de hecho, no creyeron esta versión pero sabían que la casa de la actriz estaba lleno de micrófonos, de ahí la prudente decisión de anunciar el suicidio". Marilyn había tenido un romance con John y Robert Kennedy, lo que hizo su existencia arriesgada. Pasada la medianoche del sábado al domingo, el sargento Franklin, de servicio el 5 de agosto de 1962, detuvo un Mercedes que volaba a 120 km / h con los faros apagados. Con una linterna, el soldado descubre al actor Peter Lawford al volante. Parecía borracho, asustado, incómodo. A su lado, el psicoanalista Ralph Greenson y, en el asiento trasero, el haz de luz iluminaba a Robert Kennedy, hermano del presidente norteamericano, con los ojos medio cerrados y la camisa rasgada.

Da como resultado un documental donde puede que la ficción se mezcle con la realidad, pero como retrato de una estrella infeliz resulta seductor. Fuerza y honor!!!
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
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