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Los bajos fondos (1936)

Los bajos fondos
92 min.
7.4
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Escena (FRANCÉS)
Sinopsis
Basada en la novela homónima de Maxim Gorki. Un barón arruinado después de haber dilapidado su fortuna en el juego y las mujeres congenia con Pepel, un ladrón profesional del que están enamoradas dos hermanas. El marido de una de ellas regenta una sórdida posada en la que se instalarán el barón y Pepel. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Drama social Realismo poético francés
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
Les Bas-fonds
Duración
92 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1937: National Board of Review: Mejores películas extranjeras
8
Una comedia sobre la miseria humana
La historia se inicia en un salón de Juegos de la burguesía francesa, en donde El Barón (Louis Jouvet) en juego de cartas lo pierde todo, abandonando el lugar con mucha calma, ese mismo día conocerá a Wasska Pepel (Jean Gabin, un ladrón de mala muerte, al cual le regalará objetos de su antigua casa, prefiriendo que se lo lleve él que algún acreedor, esto llevara a una confusión con la policía que es resuelta por El Barón, al ver Pepel que su nuevo amigo no tiene a donde ir le ofrece un acomodarlo en el lugar que está ocupando, ya que tiene mucha influencia con la dueña de la pensión.

En la pensión estarán alojados diversos personajes, que vivirán en la miseria, además del matrimonio que alquila los cuartos conformada por Vasilisa Kostyleva y Kostilev, y Nastia la hermana de Vasilisa, en el que se realizara un enredo amoroso entre Vasilisa, Pepel y Nastia, ya que si bien Vaisilisa está casada, tiene un romance con Pepel, del cual está completamente enamorada, pero este está enamorado de Nastia, a lo cual ella no lo rechaza del todo, siendo algo que percibe muy bien Pepel.

Ya habíamos mencionado sobre el cine Renoir, que el humor es un elemento recurrente en sus películas, aunque las historias toquen temas sobre la miseria, dolor y muerte, como la presente película, conjugando todos los elementos para imponer el ritmo, describiendo perfectamente a los personajes en unas cuantos pinceladas, El barón es ser cínico, aunque culto de bajos instintos capaz de hacer las peores maldades, con el simple afán de divertirse; Pepel, si bien es un ladrón, es una persona de buen corazón, aunque no lo quiera aceptar, siendo una de las razones del porque Nastia se siente atraída por él; Vasilisa es una mujer insatisfecha, que se caso simplemente por el dinero, busca el amor pero este le es esquivo, por lo que deja a relucir su amargura y envidia; Nastia es una muchacha noble, pero rebelde e inteligente, que gracias a su astucia sale bien librada de los contratiempos.

El film constituye en un gran trabajo de Renoir, en todos los aspectos como en el narrativo, de dirección, y los actores, juega muy bien los tiempos, con el ritmo que se imprime a la narración, diálogos ingeniosos, cabe destacar además la escena final que un claro homenaje a otro grande Charles Chaplin, de una de sus obras maestras Tiempos modernos, Renoir es un director referente para los viejos o nuevos directores, ahí la importancia de su cine.
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26 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
HUMANISMO
Otra magnífica obra del maestro del cine francés, en esta ocasión adaptando la novela de Gorky, que le sirve para realizar un retrato variado y profundo de las clases bajas.

Si algo distingue el cine de Renoir, aparte de su elegancia formal, es el profundo sentimiento humanista con el que este autor se acerca a las actitudes humanas, así como el afán por comprender la realidad social en que aquéllas se enmarcan. Así, la variopinta pandilla de personajes que aparecen en este filme responde a la necesidad de retratar en profundidad un mundo marcado por las carencias, tanto materiales como afectivas, y por la sordidez, que es introducida por el carácter egoísta e hipócrita de algunos personajes. Sin embargo, el optimismo vital de Renoir siempre deja un resquicio para la esperanza, el amor y la amistad, que no conocen barreras sociales y que constituyen un camino de liberación, la única "gran ilusión" que les resta a los que nada tienen.

A todo ello cabe sumar el buen hacer que caracteriza a la realización, con secuencias que sin buscar la espectacularidad, resultan siempre bellas y necesarias para la narración. Destacan los travellings empleados en las conversaciones, mostrando el entorno y las distintas perspectivas, y sobre todo, uno larguísimo y maravilloso que recorre un restaurante al aire libre, mostrando multitud de personajes que comen, juegan, se divierten y flirtean. Además, y como es característico en Renoir, hay un serio interés por sugerir perspectivas, profundidad de campo, si bien habrá que esperar unos pocos años, hasta "La regla del juego", para que esta técnica cuaje plenamente. El guión es ágil, irónico y con altas dosis de humor, especialmente en las conversaciones que mantienen Gabin y Jouvet quienes realizan soberbias actuaciones, especialmente el último, encarnando a un magnífico barón venido a menos por su afición al juego. Igualmente destacable es la labor de los secundarios, desde el actor alcoholizado al viejo propietario del albergue.

Por tanto, una película enormemente recomendable, con una visión propia de la humanidad que es, además, esperanzadora y necesaria, pues al fin y al cabo, si la vida jamás tuviera finales a lo Chaplin, no merecería ser vivida.
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24 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
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