arrow

The Rocking Horsemen (1992)

Trailer (JAPONÉS)
Premios
1993: Japan Academy Awards: 3 premios. 6 nominaciones
9
Días de amor y música
Las palabras del joven Takeyoshi no pueden ser más honestas. Cuando el característico "riff" de "Pipeline" llega a sus oídos todo su cuerpo se siente como recién atravesado por una descarga eléctrica.
El poder de la música guiará desde entonces todas las experiencias de su juventud...

Entiendo perfectamente esa descarga. Como amante de la música y habiendo formado también, en mis años de instituto, un grupo de "rock", la historia de Takeyoshi, Seichi, Fujio y Takumi es de las que irremediablemente sacuden mi corazón. Naoaki Tsutahara, sin embargo, nunca tuvo esa suerte, se tuvo que contentar con ver a sus amigos alcanzando la gloria como músicos y enamorando a todas las chicas; en "Seishun "Den-deke-deke-deke" " pudo zanjar esa cuenta con el pasado al imaginar una historia donde él se convertía en el protagonista y en la estrella de la música de su ciudad natal, Kanonji.
La novela, que superaba las 700 páginas, se publicó a comienzos de 1.991 y terminó siendo el mayor éxito literario del año; con el aplauso de los lectores y varios galardones, la versión cinematográfica era algo que no tardó en aparecer. Qué diferente hubiera sido si Masahiro Shinoda llega a tomar los mandos del proyecto, como se pensó en un principio, pero el productor Hideo Sasai, antes incluso de ser comunicado a Nobuhiko Obayashi, ya sugirió su nombre al autor, cosa que le encantó porque era fan de sus películas. Y nadie salvo él, fanático del "rock" y experto en las historias juveniles, podría haber adaptado la obra manteniéndose tan fiel a su espíritu.

De hecho trabajó en el rodaje utilizando el libro de referencia, y aunque algunos personajes se eliminaron o redujeron (habría sido imposible trasladar tantas páginas sin superar las 5 horas de metraje) casi todo estaba en su sitio. Yasufumi Hayashi, recurrente del universo "obayashiano", quien estaba a punto de dejar la carrera de actor para estudiar economía, da cuerpo y alma a Takeyoshi, y una vez más el director nos adentra en el ambiente escolar, dejando que la espontaneidad dirija el tono de la historia. Y esto lo consigue gracias a que adopta un estilo muy lejos de la sobriedad poética tan particular de su Trilogía Onomichi; no, ahora se decanta casi por la ficción documental.
Al estar narrada la novela en primera persona, aquí el protagonista expresa sus sentimientos ante la cámara, o bien se plasman sus fantasías e ilusiones, por lo que parece el formato adecuado, más o menos. Pero al situarse la acción en una ciudad pequeña y con ese aire nostálgico que desprendía la mencionada Trilogía, surgen las dudas; seguimos de cerca a Takeyoshi, y su realidad, a menudo atravesada por los clásicos delirios del cineasta, se nos presenta clara y directamente, cámara en mano, y la trama, iniciada por el amor incondicional a la música y una devoción espiritual por el ambiente de rebeldía único de los años '60, no presenta complejas intrigas, ni dramas, ni dificultades.

Takeyoshi se ha enamorado de los Ventures y quiere formar un grupo, conoce a Seichi, y después llegarán Fujio y Takumi, y básicamente se nos narra todo el proceso, desde que deciden unirse hasta su gran actuación en directo. Es una historia bendecida con la más pura sencillez, ingenuidad y calidez, sin aparecer tragedias ni fatalidades de por medio, tan ligadas a los artistas de "rock". Y a lo largo del proceso se describe a los individuos que rodean al cuarteto; sus familiares, sus amigos, sus profesores, todos siendo una parte esencial de la creación de su banda, los Rocking Horsemen, todos formando un fresco humano realmente entrañable.
Tsutahara pudo sentir que el maravilloso universo de Kanonji que había creado Obayashi era exactamente el que él recordaba en su juventud. Si acaso los momentos que se desvían un poco de la comedia para instalarse en el melodrama son los de los romances fallidos de algunos protagonistas, un recurso de la novela al que también ha sido fiel el director: esos personajes femeninos se presentan, viven cortas experiencias con los chicos y desaparecen, no sin informarnos Takeyoshi antes sobre qué les terminó sucediendo en sus vidas. Son pasajes que en las páginas tal vez queden bien...pero en pantalla parece extraño y da pie a una narrativa irregular.

Una de las grandes bazas de la película es algo que también distingue al cine de Obayashi: la química blindada de sus actores, la naturalidad de sus interpretaciones y diálogos, capturados en una primera toma sin ensayos previos. Hayashi, que desde los días de "The Drifting Classroom" ha mejorado bastante, Tadanobu Asano, Taketoshi Nagahori y Yoshiyuki Omori resultan perfectamente creíbles y carismáticos; no obstante es este último, en su papel del descarado, lenguaraz y manipulador Fujio, quien acapara la atención sobre el resto, independientemente de que Hayashi sea el protagonista de la historia.
Algo en lo que sí debería haberse preocupado el guión es en tratar como es debido al personaje de Tomoto, posible amor de Takeyoshi, quien goza de más desarrollo en la novela, donde sabemos que termina haciéndose amiga de Yuriko y Katsuko. En la película ella surge de la nada, como por arte de magia, así que pareciera que el día de playa que comparte con él es sólo un bonito sueño. Y aquí no se llega a cruzar la barrera del drama, a pesar de exhalar el dulce y melancólico aroma de la nostalgia casi en cada secuencia y plano.

Esto se refuerza por el uso de cámaras de 16mm. y las localizaciones de la hermosa Kanonji figurando aquella lejana década de los '60 en que la modernidad se estaba introduciendo en el Japón más profundo y tradicional.
Sorprendiendo a público y crítica, es, si bien no recordada como se merece, una de las obras maestras del director y así de la época; emocionante, cautivadora e ingeniosa de principio a fin.
[Leer más +]
Sé el primero en valorar esta crítica
Más información sobre The Rocking Horsemen
Fichas más visitadas