Fanaa (2006)

A veces en la vida se hace necesario tomar decisiones muy difíciles. Por más esfuerzos que hacemos por alejarnos del ser que se ha metido muy hondo en nuestro corazón, la ley de atracción se impone indefectiblemente y terminamos amando demasiado, atraídos casi obsesivamente o aferrados, contra todo, a esos principios que definen con firmeza nuestro carácter. Es entonces, cuando se nos pone a prueba en la capacidad de extinguir el uno mismo (fanaa), y esto significa: anteponer el interés colectivo al interés personal. Prima la especie sobre el individuo, tiene prioridad el bien común sobre el bien particular. Esto es patriótico y ennoblece al ser humano.

La historia de Rehan y Zooni es una tragedia de amor. Cuando se conocen, Zooni es invidente pero está ansiosa de conocer el mundo y por eso, desde su pueblo Cachemira, se ha apuntado a un viaje de turismo por Nueva Delhi para "ver" lo que nunca ha podido ver. Rehan es el guía que las recibe a ella y a sus amigas y el flechazo se produce al instante, dando comienzo a un hermoso romance que luego tomará rumbos sorprendentes.

Amor, pasión, compromiso, abandono, lealtad, sorpresa, lo insospechado y lo inesperado, lo esperanzador y lo decepcionante, y la difícil decisión de elegir entre lo que se ama y lo que se debe hacer, tienen lugar en esta historia que atrapa y nos envuelve en su romance e intriga.

La bellísima Kajol (Zooni) tiene un altísimo carisma que nos llega al alma y que nos emociona con su rol de Zooni, la chica que consigue ver mucho más de lo que esperaba ver en su vida. Y, Aamir Khan, consigue darle la medida como el guía enamorado que la llevará por todos los relieves de la existencia.

Con una colorida ambientación que da plena cuenta de la imponencia de la tierra hindú y una melódica banda sonora que incluye unas pocas y festivas coreografías, "FANAA" posee suficiente encanto como para mantenernos pegados a la pantalla durante toda su duración.

Quiero terminar con una sorprendente historia que se me viene a la memoria: Un hombre iba en un bote con su hijo, y con el amigo de éste, por un océano que comenzaba a agitarse. De repente, una enorme ola los sacudió fuertemente y los dos muchachos cayeron al mar, quedando la nave muy lejos de ellos por la fuerte agitación de las aguas. Tras inútiles esfuerzos por regresar a recogerlos el padre buscó salvavidas, pero no halló más que uno. Entonces se hizo una pregunta que, para la gran mayoría será de fácil respuesta, pero para él fue muy difícil: ¿A quién debo salvar? Responde tú antes de continuar…

El anciano reflexionó entonces: "Mi hijo ha sido formado con altos valores espirituales y vive en paz con todo el mundo, sé que Dios lo acogerá en su gloria. En cambio ese amigo suyo es un tanto alocado y aún le queda mucho por aprender… creo que se merece una oportunidad". Y sin pensarlo un segundo más, le aventó el salvavidas al amigo de su hijo.