Welcome to the Rileys (2010)

Perteneciente a ese sector de películas inequívocamente indies con casting de campanillas, que no siempre da como resultado una buena película, estamos ante un aparente melodrama de manual, que sin dejar de serlo se convierte en un contenido y optimista canto a la recuperación de pérdidas esperanzas. A través de ese hilo conductor de la trama que supone el comportamiento semi desquiciado de Doug, como afecta el mismo a la vida de stripper y esposa, y especialmente, el muy buen trabajo actoral de un inmenso (nunca mejor escrito) James Gandolfini alegrando el día a todo aquel que eche de menos su ausencia de buenos trabajos desde ese icono imperecedero de su Tony Soprano (interesante siendo generoso en "In the Loop 2009", y para correr un tupido velo con su participación en "Asalto al tren Pelham 1 2 3, 2009"), con ese Doug que logra trasladar al espectador encontradas sensaciones sobre lo que tiene de psicópata desquiciado por el dolor, y/o, de buen hombre de a pie haciendo lo que cree que debe, y/o, una mezcla de ambas cosas, siguiéndole muy de cerca una Kristen Stewart alejada de sus papeles en la saga "Crepúsculo" (desde "Speak 2008" esta chica ya apuntaba el talento actoral que posee), dotando a un papel que a poco que te descuides puede llegar a ser pasto de crueles bromas cinéfilas por aquello del look que luce, de una intensidad y poderío dramático que acaba por borrar de la cara del espectador la inicial prevención de estar ante una boutade de casting (al menos esa fue mi sensación), y teniendo en la siempre fiable actriz y poderosa señora llamada Melissa Leo el comodín que hace encajar las piezas emocionales de la trama (suyas son las adecuadas, en el desarrollo de la trama, gotas de humor que apenas salpican la función), retomo, a través de esas 3 buenas interpretaciones y de la contenida, y acertada dirección de Jake Scott, tenemos una buena función indie, cuyo no tan retorcido ni escabroso guión (si, su vocabulario es una sucesión de tacos, si, se droga, pero solo una vez y marihuana), y la sitúan al pelo de un calvo (véase cierre de la trama) de poder calificarla como comercial (eso sí, más que interesante).