An Evening with Beverly Luff Linn (2018)

Una cinta muy peculiar y extravagante que difícilmente puede dejar indiferente, deforma la realidad buscando lo grotesco y regodeándose en ello. Su humor es por momentos absurdo y surrealista, y en general, cuida mucho la forma, esmerándose en cada pequeño detalle que puede salir en plano, una foto, un vestuario, cada objeto, por no mencionar música y fotografía.

El tono es la esencia, ya que de ello depende todo, en sus mejores momentos tiene escenas hipnóticas que recuerdan a Twin Peaks de David Lynch a nivel formal, aunque no siempre logra mantener el tono, y por momentos lo pierde.

Sus personajes bizarros resultan perfectamente grotescos tanto por ellos mismos como entre ellos, y cuenta con actores magníficos para ello, destacando Jemaine Clement y Aubrey Plaza para mi, en cuanto a historia es más floja, ya que cada momento está pensado para dejar estupefactos ojos y mente, pero no alcanza demasiada profundidad.

Una de esas obras difíciles de valorar, que no dejan indiferente, y totalmente subjetiva, en la que aquello que moleste e irrite a unos provocará estupefacción y risas en otros.

Uno de los directores más "marcianos" del panorama norteamericano es sin ninguna duda Jim Hosking, ya lo demostró con su anterior película "The Greasy Strangler" un film muy difícil de digerir pero sumamente divertido. Aquí en esta nueva historia vuelve a repetir con esa estética absurda que le caracteriza con otra película irreverente y extraña.
Lulu Danger (Plaza) trabaja en el restaurante de comida rápida que su molesto esposo Shane (Hirsch) maneja. Así que ella no se molesta cuando él la despide. Ya en casa mientras ve la televisión Lulu ve un anuncio de una noche mágica con Beverly Luff Linn (Robinson), con quien tuvo una historia de amor. Mientras tanto, Shane ha robado los ahorros de Adjay (Dissanayake), el hermano de Lulú, quien contrata a Colin (Clement) para recuperar el dinero...
Difícil de contar la trama de la película porque no es un guión al uso, sino una combinación de personajes grotescos, feos y desagradables a los que les ocurre cualquier cosa que se le pase por la cabeza al director, sin buscar ninguna lógica.
Al igual que su anterior película el sentido del humor es muy "peculiar" rozando la irritación, por lo que si no entras en lo absurdo y surrealista de la historia no va a gustarte para nada. Pero los amantes del cine poco convencional (entre los que me incluyo) nos va a resultar una propuesta muy valiente y divertida.
Cuenta con un electo de actores de más nivel como son Aubrey Plaza, Jemaine Clement y Emile Hirsch, pero Hosking los dirige con una inexpresividad constante y sumamente artificiales algo que se adapta perfectamente a este mundo tan extraño.
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