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Hijos del desierto (1933)

Hijos del desierto
69 min.
6.6
837
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Escena (Español)
Sinopsis
Stan y Ollie se comprometen a asistir a una convención de los “Hijos del Desierto” que coincide con un viaje a las montañas planeado por el matrimonio Hardy. Ollie simula una enfermedad que exige un viaje por mar. Mientras él y Stan disfrutan de la convención, el barco tropieza con una catástrofe. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Buddy Film
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Sons of the Desert
Duración
69 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Adaptaciones de Frank Craven
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4
LOS BÚFALOS MOJADOS
Recuerdo de mi infancia y juventud cuando teníamos la mejor televisión de España (solo había una) las divertidas películas de "El gordo y el flaco", "Laurel y Hardy" originalmente. Todavía desconocía a Keaton, Lloyd y poca cosa de Chaplín por citar a los tres grandes. Stan Laurel y Oliver Hardy, británico y norteamericano les tomaron el relevo en la década de los 30 en ese género que eran los cortos de dos rollos preñados de gags donde el slapstick era el rey, a pesar de que Stan y Oliver se defendieron perfectamente con el lenguaje a su propio estilo.
Su época dorada fue con el productor Hal Roach, con quien Laurel llegó a tener sus más y sus menos y con el director de azarosa vida James Parrott que firmó la mayoría de sus cortos. Cortos que se fueron arrinconando en la medida que el público acogió con agrado los largos, que mientras estuvieron en manos de Roach y sobre todo de Laurel quien tenía la potestad creativa funcionaron. Tras perder el control al pasarse a la Fox y la Metro, comenzó el declive para este dúo inmortal.
A la primera etapa pertenece "Sons of the Desert", que supongo es la excepción que confirma la regla, porque este episodio anecdótico que me recuerda a cuando Pedro y Pablo de "Los Picapiedra" dejaban a sus esposas para largarse de parranda a su club de "Los Búfalos mojados", es bastante flojito en todos los sentidos. De hecho, es otro gran cómico de la época como Charley Chase quien les roba protagonismo con su personaje de compromisario bromista. Me niego a pensar como he leído por ahí que es su mejor largo. En la dilatada carrera de William A. Seiter no creo que esta cinta figure en lugar destacado. Y eso que el fue quien contribuyó al éxito cinematográfico de otro dúo comico proveniente de Brodway hoy olvidado: Bert Wheeler y Robert Woolsey.
Otra cosa es el oscarizado corto "The music box". Aquí el dúo está en su salsa y en apenas 30 minutos la lían parda sacandole toda la punta posible a una situación imposible. Como siempre Hardy se lleva la peor parte y todo acaba patas arriba. Habrá que volver a revisitar su obra.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Otra de las cintas imprescindibles del gordo y el flaco
Compañeros de juerga de William A. Seiter es una comedia del gordo y el flaco, que en esta ocasión tienen la intención de pasar un día en una convención de amigos pero tienen que engañar a sus mujeres para hacerlo. Dirigida con un ritmo activo y con el estilo habitual de humor inocente de este dúo cómico, es una obra digna de ser vista por ser de las mejores de Stan Laurel y Oliver Hardy, ya que sus gags y situaciones jocosas están por encima de la media de sus films y serán las risas de toda la familia, concluyendo una notable cinta que no da un respiro en sus risas y se queda eficazmente en la memoria del espectador.
La fotografía en blanco y negro hace gran uso de los claroscuros y logra una labor competente y confortante que es idónea para lo que ofrece el film por su estética sencilla. La música es evocadora con algunas canciones del lugar y cánticos pero poco más, luego la música aparece poco en escena. Los planos y movimientos de cámara consuman una decente labor técnica para la época mediante el uso del reconocimiento, detalles, generales, seguimiento, subjetivos, avanti y retroceso que se centran en sacar lo mejor de los gags de los protagonistas.
Las actuaciones son hilarantes y auténticas en los principales. Como protagonistas cuenta con las aceptables y remarcables interpretaciones cómicas de Stan Laurel y Oliver Hardy que vuelven a cautivar al público con sus insólitas y jocosas situaciones, siendo aceptables los acompañamientos de Charley Chase, Mae Busch, Dorothy Christie y Hal Roach entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones elegantes por un lado que son sugestivos de la época y más divertidos en los protagonistas en su estilo habitual en una competente labor que junto con los exteriores y decorados cumplen con su cometido.
El guion, escrito por Frank Craven y Byron Morgan, es divertido y al estilo característico del gordo y el flaco para satisfacer a todos sus seguidores y a aquellos que quieran aventurarse a descubrir a un dúo cómico lleno de gags e inocentes situaciones que son el verdadero fuerte de sus films, logrando con ello entretener y dar diversión en lo que sin duda es uno de sus mejores películas. Esto se lleva a cabo con una narrativa sugestiva de la procedencia de los protagonistas que es expresiva e inocente en sus clásicos comentarios graciosos y dicharacheros. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que marca buen ritmo y que hace que pase en un santiamén su visionado por su corta duración.
Concluyendo, la considero una obra inmortal e indispensable en la filmografía del dúo cómico del gordo y el flaco que será las risas de todos los públicos y en especial de los más jóvenes e inocentes que busquen comedias de humor fácil que entretienen y hacen pasar un buen rato en familia. Recomendable por su dirección, actuaciones, fotografía, montaje, planos, vestuarios y diálogos que vuelven a Compañeros de juerga, en un film divertido y entrañable para toda clase de espectadores.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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