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La dictadura perfecta (2014)

La dictadura perfecta
143 min.
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2014: Premios Ariel: 10 nominaciones incluyendo Mejor película y director
7
El cuarto poder.
La nueva película de Luis Estrada llega a las pantallas en un momento sumamente sensible en el país, luego del desafortunado manejo de la información por parte del gobierno federal y las televisoras, en los casos de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa o lo sucedido en Tlatlaya, entre muchos otros casos.

Y es precisamente la televisión la protagonista en esta nueva sátira escrita por el mismo Estrada y Jaime Sanpietro, en la que a manera de repaso de muchos acontecimientos y frases conocidas y referenciadas, Estrada crítica el papel dominador de la televisión en la vida política y social del país.

Ante un exabrupto del Presidente de la República, (Sergio Mayer), la televisora dominante deberá generar una cortina de humo para así desviar la atención hacia otro lado, a la que llaman ‘operación caja china’, por lo que en su noticiero estelar muestran las imágenes de un Gobernador (Damián Alcázar) recibiendo dinero de un narcotraficante, a pesar de ser éste del mismo partido político del Presidente.

Ante el duro golpe a su imagen pública, el Gobernador Vargas decide contratar los servicios de la misma televisora para efectos de revertir su golpeada popularidad, todo con el objetivo de alcanzar la silla presidencial en las siguientes elecciones, total, la televisión ya había puesto al presidente en turno.

Así, la televisión pone al servicio de Vargas a su productor más exitoso (Alfonso Herrera) y a su reportero estrella (Osvaldo Benavides), quienes tendrán que ir corrigiendo al paso cada trastabille de su contratante, además de esquivar los golpeteos mediáticos de su principal opositor (Joaquín Cosío), sin escrúpulos y manipulando cualquier situación a su favor, valiéndose otra vez de su ‘operación caja china’, todo con tal de mantener el control de los hechos y por supuesto, los altos índices de audiencia.

La película de Estrada, al igual que las más recientes realizadas por el controvertido director (La Ley de Herodes, Un Mundo Maravilloso y El Infierno) utiliza los mismos recursos narrativos vistos en sus predecesoras para señalar la infinidad de actos de corrupción, tráfico de drogas, secuestros, violencia etc., que se suceden en los diferentes estratos y niveles políticos y sociales en el país, siempre con un humor negrísimo, pero ahora con la salvedad de la pulcritud de la fotografía a cargo del reconocido fotógrafo español Javier Aguirresarobe, (El sol de membrillo, Hable con ella), casi todo con un look mas parecido a un noticiero televisivo.

En esta ocasión Estrada se jugó a mezclar a actores de sobrada experiencia en cine, y recurrentes en su filmografía., con otros salidos de las telenovelas de Televisa, y salió airoso ante tal reto, ya que sorprende la solidez interpretativa de Herrera y Benavides, así como la acertada elección de Sergio Mayer en la parodia al presidente, aunque en este caso no tanto por sus cualidades interpretativas, caso contrario el de Saúl Lizaso con su desangelado presentador de noticias.

Con secuencias antológicas que causan risa al mismo tiempo que mueven a la reflexión, al caer en cuenta el espectador de lo grave del hecho (real) en el que está basado, la mordaz crítica de Estrada se percibe un tanto más blanda, por decirlo de algún manera, mas cercana a Un Mundo Maravilloso que a La Ley de Herodes, aunque sigue siendo efectiva.

Lo débil de La Dictadura Perfecta no es su discurso, sino la forma, a partir de las salidas narrativas de las que se vale para expresarlo, como ejemplo de lo que no funciona del todo, es la trama del secuestro de las niñas, alargada a la manera de las telenovelas, y con bastantes escenas innecesarias metidas con calzador (los flirteos del reportero con la madre, el romance de ésta con algún novio, etc), en detrimento del ritmo y tono de la película.

A pesar de ello, La Dictadura Perfecta es una película efectiva y valiente, pero que se ve rebasada por lo mismo que denuncia, en un caso más donde la realidad supera con creces a la ficción.
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36 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cadena de Hechos en Noticieros Mexicanos
Miércoles 24 de octubre, Cinemex Ticomán 7:00 pm. Si en este país el quehacer cinematográfico como expresión artística es complicada, el producirlo y difundirlo se acentúa cuando se concibe para manifestar el descontento de una nación amagada por el ejecutivo en jefe y sus secuaces dispuestos a silenciar dichas voces en pro de avivar a un pueblo acondicionado y hundido en la ignorancia. En este año el director Luis Estrada vuelve contra viento y marea con una sátira más acerca de la corrupción prevaleciente en el México del siglo XXI, y cómo ésta permea entre los representantes de los medios de comunicación para servirse de ella y sacar cifras multimillonarias de los dineros del erario, todo bajo el respaldo de quienes contratan servicios de lavandería imagen política.

Con un guión que retoma ficciones televisivas creadas como cortina de humo para el desvío de la opinión pública en momentos clave de la política, escritores van hilando una a una y dejar constancia a través de esta comedia corrosiva, nociones de lo que se sospechaba, la implementación de la caja china –tal y como es citada en algunos parlamentos– y visualizar el retorcido pleito por mantenerlos al aire el mayor tiempo posible, sostener el venerado raiting, y hasta de montajes para concluirlos.

Así es que todo mexicano que vea esta cinta, no tendrá dudas de referencia sobre los casos y sus protagonistas, como el del bautizado el Sr. De las Ligas, la niña desaparecida Paulette, el operativo contra la supuesta secuestradora de origen francés, Florence Cassez, o bien la salida de algún lector de noticias de horario estelar que le valió el puesto por no vanagloriar el triunfo del candidato que le da continuidad a esta dictadura perfecta. Sin necesidad de señalamientos directos, por supuesto se hace alusión a las cabezas que les dan forma y voz ante la audiencia, esas que se hacen auto lavado cerebral para considerarse las conciencias de un país con rumbo al despeñadero.

Tal y como puede uno percatarse el director al darle forma a estas ficciones, no nos cuenta absolutamente nada nuevo dando testimonio efectivo de cada infamia y se vuelve una de las pocas obras que así lo expresan, al momento no existe o recuerdo otro título que quite la máscara a la televisión mexicana como lo hace el presente trabajo. Así es como el duopolio (casi tripolio) engalanan implícitamente esta nueva entrega, en el cual algunas de sus figuras se interpretar a políticos, conductores, actores, reporteros, empresarios y narcos.

Inexplicablemente quien se encargó del casting inmiscuye a figurillas en la búsqueda de un espacio en cine que los desconecta de su confort e incorpora a este género, sólo por mencionar algunos nombres podemos ubicar a Alfonso Herrera, Silvia Navarro, Livia Brito y la aparición de Sergio Mayer, este último encargado de personificar en verborrea y apariencia a uno que otro que ha ocupado la silla presidencial y que por supuesto la cagan al hacer evidente su poco sentido común, incultura y preparación. Desde mi punto La dictadura perfecta, se vuelve imperfecta cuando la película recae sobre los dos primeros que aun cuando se encuentran en papeles bastante adhoc, no son sorprendentes.

La cinta es extensa y su final se prolonga aun cuando se ha dicho todo. No tiene ese ingenio con el que cuentan sus dos grandes antecedentes (El infierno y La ley de Herodes) por lo que no se sale de la sala con la sensación de encontrar una cinta redonda, con el 8 perfecto.

Tiene buenos logros innegable.
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14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
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