Wanderlust (Miniserie de TV) (2018)

La trama sorprende bastante, es de las que pegan un giro de 360 grados y te deja descolocada.
Saben como captar la atención del espectador de primeras por los temas que presentan: sexo, posibles intercambios, la presentación de todo tipo de relaciones posibles, los abandonos, adicciones, las terapias, la rutina, etc.
Además de todo esto, la cosa resulta más atractiva si el reparto de actores es bueno y en este caso lo es. Destacable Toni Collette que es tan expresiva e interpreta tan bien que hace que la serie coja forma por sí sola. Por si fuera poco, las relaciones entre la mayoría de parejas son convincentes y la ambientación es buena por lo que todo fluye muy bien. Pero a partir de mitad de la serie en una de las terapias de la protagonista todo gira y empieza a verse el otro lado, las reflexiones, los motivos y las consecuencias de todo. En resumen, el drama. De primeras te preguntas en que momento tenían la necesidad de fastidiar la serie pero luego todo va cogiendo forma y sentido. Toca en la llaga. Me ha gustado como acaba y como se cierra todo dejándote pensar. Lo mejor de la serie es la dosis de sinceridad y confianza entre los personajes. Reconozco que es una serie que no es para todos.

Si fuese una película tal vez me habría gustado, pero al tratarse de una miniserie, se han visto obligados a meter las típicas subtramas necesarias para alargar, lo que hubieran podido contar en hora y media.

Diálogos estirados como los chicles, vueltas y más vueltas para narrar algo que entendimos en las cinco primeras frases. Sonrisas, aceptación, desencanto, sorpresa... emociones, todas ellas muy adecuadas, pero poco creíbles debido al particular interés que han puesto en el tratamiento.

Una serie más y no mejor...