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Buenos días, noche (2003)

Buenos días, noche
106 min.
6.5
2,062
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Trailer (ITALIANO)
Sinopsis
Chiara es una joven apasionada, utópica y revolucionaria que esconde su verdadera identidad como miembro de las Brigadas Rojas italianas a finales de los setenta. A simple vista se trata de una chica normal que se muda con su novio a un nuevo piso, pero su amigo Enzo empieza a sospechar que no todo es lo que parece. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Basado en hechos reales Años 70 Secuestros / Desapariciones
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Italia Italia
Título original:
Buongiorno, notte
Duración
106 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2003: Festival de Venecia: Mejor guión
2003: Premios David di Donatello: Mejor actor secundario (Herlitzka). 7 nominaciones
2003: Premios del Cine Europeo: Premio FIPRESCI
"Apasionante drama histórico. (...) Una película dura, coherente e inclemente, y por desgracia todavía muy necesaria."
[Diario El País]
7
Interesante recreación del mito de Edipo
Escrita, producida y dirigida por Marco Bellocchio ("La Balía", 1998), se rodó en estudio, salvo algunos exteriores de Roma y fragmentos documentales de época. Se basa en la novela "El prisionero", de Laura Braghetti, superviviente de los hechos. Obtuvo el Premio Especial del Jurado de Venecia, otros 5 premios y 15 nominaciones. Se estrenó el 5-IX-2003.

La acción tiene lugar en Roma, entre el fin de año de 1977 y el 9-V-1978. Narra la historia del secuestro y posterior asesinato del 5 veces presidente del Gobierno italiano, Aldo Moro (Roberto Herlitzka), a la sazón presidente de la Democracia Cristiana e impulsor del un gobierno de coalición entre ésta y el Partido Comunista (PCI). Los hechos se ven a través de los ojos y los sueños de Clara (Maya Sansa), única mujer del comando de las Brigadas Rojas y único miembro del mismo que sale a la calle y mantiene su empleo de bibliotecaria. Ella y Ernesto (Pier Giorgio Bellocchio) alquilan el piso para el encierro de Moro, aduciendo que son pareja y desean una vivienda tranquila, pero levantan algunas sospechas.

La película establece un foco principal de tensión dramática y varios complementarios. El central viene dado por la serena confrontación que se produce entre el secuestrado y sus raptores. Moro es un hombre tranquilo, resignado, tolerante, dialogante, lúcido, buen padre y mejor abuelo. Los brigadistas viven cerrados en dogmatismos inamovibles, delirios ideológicos que les mantienen fuera de la realidad, actitudes insanas de rebeldía y eslógans sectarios que repiten entre dientes como autómatas ("La clase obrera debe dirigirlo todo"). Se añade un punto complementario basado en las fuerzas encontradas que se baten en el interior de Clara: los ideales radicales y los sentimientos humanitarios que le inspira la figura paternal del cautivo. Se muestran, además, las dudas de los raptores entre sus utopías sanguinarias y los imperativos de clemencia. A medida que pasan los días (hasta 55), los brigadistas se sienten cada vez más aislados y cautivos en el apartamento que ocupan. El autor puntea la obra de un humor sarcástico y cáustico: la imagen de Pablo VI a las puertas de la muerte (falleció el 6-VIII-1978), los cantos y bailes soviéticos, los dirigentes italianos que asisten al funeral. Por encima de todo, sobresale la figura paternal de un hombre respetable, víctima de unos hijos ofuscadamente ambiciosos.

La música subraya la rebeldía de los captores con composiciones de Pink Floyd, a la que se añaden fragmentos clásicos ("Marcha triunfal", de Aída) y modernos. La fotografía usa luces sombrías, colores ocres, claroscuros intensos, encuadres próximos y primeros planos inquisitivos. El guión opta por la descripción del día a día de lo que ocurre en el apartamento, a la búsqueda del mundo interior de sus moradores. Sobresalen las interpretaciones de Sansa y Herlitzka. La dirección critica con dureza la burda miopía de los brigadistas.

Película ácida y crítica, que recrea el mito de Edipo.
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37 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Martin Heidegger y las manos de Hitler.
Recientemente, al ver la película "El lector", recordé la anécdota de una conferencia de Heidegger en la universidad en la que mostraba su apoyo al programa nacionalsocialista. Karl Jaspers -autor de "El problema de la culpa y la responsabilidad política de Alemania", obra citada en la reciente cinta de Daldry en cuyo prólogo leí esta anécdota, de ahí la relación-, se acercó al famoso filósofo para comentarle sus reservas acerca del trato a los judíos, sobre la estupidez los protocolos de Sion y sobre el riesgo de que un tipo como Hitler gobernara mesiánicamente los designios del pueblo alemán.

Heidegger respondió que probablemente, pero que Adolfito tenía unas manos "maravillosas".

A día de hoy, y por encima de consideraciones económicas, sociales, la merienda de negros en forma de partidos que era la política alemana de la época, por encima de Goebbels y su aparato come-cocos y más allá de miedos a represalias cuando la cosa se puso innegablemente fea, me sigue resultando, por mucha gilipollez que parezca lo de las manos, la mejor explicación del desastre nazi.

Quiero decir, a veces las mejores explicaciones son las que no explican. Sobre todo, cuando se trata de esclarecer lo injustificable, lo incomprensible. Porque en la condición humana hay mucho de insoldable, y las cosas, a veces, suceden de forma maniquea, exagerada, obsesiva. El artista, entonces, debe dar una visión que conecte con lo emotivo, con lo humano, y dejar lo cerebral y el análisis para aquello que puede comprenderse. No inmiscuyéndose en el proceso de lo que debe sentirse.

Y es ahí donde cobra sentido esta película minimalista, aunque a ratos confunda su búsqueda de la precisión y fugacidad con cierto esquematismo -sobre todo en algunos tramos del guión-, presentando estupendos momentos de sencilla puesta en escena, momentos en los que la simplicidad aparece realmente como recurso acertado e, incluso, imprescindible. Y es esa la principal virtud de esta película, generar la sensación -ya digo, a ratos- de que lo que cuenta no puede ni debe ser contado de otra forma. 6,5
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36 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
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