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Harry y Tonto (1974)

Harry y Tonto
115 min.
6.6
293
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Un profesor retirado viudo y su gato abandonan su apartamento de Manhattan y emprenden un viaje a través de los Estados Unidos. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Drama Vejez / Madurez Gatos Road Movie
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Harry and Tonto
Duración
115 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1974: Oscar: Mejor actor (Art Carney). 2 nominaciones
1974: Globos de Oro: Mejor actor musical/comedia (Art Carney). 2 nominaciones
1974: Sindicato de Guionistas (WGA): Nominada a Mejor guión original drama
9
The boulevard of broken dreams
Un grandísimo Art Carney. Una interpretación espectacular. Nadie podría haberlo hecho mejor. No puedo pensar en ningún otro después de todo lo que me ha transmitido en este su papel como Harry Coombes, pensado en un principio para James Cagney y premiado con un Oscar que no consiguieron Al Pacino, Albert Finney, Jack Nicholson ni Dustin Hoffman.

Un desahucio obliga al anciano Harry, siempre de la mano de su inseparable gato Tonto, a emprender un viaje en busca de otro hogar. Una odisea que me ha hecho reflexionar sobre la amistad, los recuerdos, la familia, la vejez y el vacío que dejan los que ya no están.

Una excelente película, triste y conmovedora a la vez que vital y divertida.

"I still know a lot of people around here, Tonto. You know people… that´s home".
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19 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Harry de costa a costa. (Tributo a Paul Mazursky fallecido el 30 de junio de 2014)
103/09(24/07/14) Muy amena road-movie en la que se hace una entrañable oda al otoño de la vida, realizada y escrita por el recientemente fallecido Paul Mazursky (25 de abril de 1930- 30 de junio del 2014). Un sentido homenaje a las personas que en el ocaso de la vida buscan todavía su lugar en el mundo, en una narración en la se reflexiona sobre la familia, la amistad, los recuerdos, la perdida de los seres queridos, y sobre todo en la vejez, siendo extraordinaria la actuación de Art Carney para hacer entrañable el relato.

Harry Combes (gran Art Carney) es un anciano, un jubilado exprofesor, es viudo y vive con su gato “Tonto” (en honor al indio que acompaña al Llanero Solitario), residen en un apartamento en el Upper West Side de Nueva York desde hace 50 años, es obligado a dejar su hogar por que van a derribar el edificio, entonces se aloja en casa de uno de su hijo mayor, Burt (buen Philip Bruns) en Jersey, este está casado y con hijos, tras la muerte de su mejor amigo, Jacob (divertido conspiranoide Herbert Berghoff) Harry considera que es un estorbo y decide emprender un viaje por a través del país para visitar a sus otros dos hijos, uno vive en Chicago, Shirley (buena Ellen Burstyn) y el otro en Los Ángeles, Eddie (buen Larry Hagman), comenzando una Odisea en autobús, en coche, en autostop, en la que irá cruzándose con diferentes personas que conformaran un mosaico de USA y su tiempo, como la adolescente que ha huido de su hogar para unirse a una comuna hippy, Ginger (buena Melanie Mayron), su nieto Norman (buen Josh Mostel), un antiguo amor ahora senil (Geraldine Fitzgerald, un vendedor de comida sana, (buen Arthur Hunnicutt), una prostituta de lujo (simpática Barbara Rhoades) o un anciano chaman indio (Dan George).

Guión original del propio Mazursky (hace un cameo como prostituto) y de Josh Greenfeld, realizan un estupendo fresco de la América de la época, en esta historia donde se funden comedia y drama, con el telón de fondo de un argumento de carretera, un retrato vitalista de las personas mayores, siendo el reflejo este Harry que es capaz de cruzar USA por carretera con un gato, y que le suceden varias aventuras enternecedoras, bebiendo claramente del neorrealismo italiano de post-guerra, aunque también me recuerda a “Una Historia Verdadera” de David Lynch, un hombre mayor cruzando América simplemente porque cree que es lo que debe, compartiendo por el camino dulces momentos con gente que también busca su sitio en el mundo. El viaje de Harry se convierte en una odisea existencialista en la que a través de los diferentes personajes con los que se cruza conforma un peculiar puzle de USA, rezumando por los fotogramas una tremenda nostalgia, sobre todo cuando se unen su veterana vejez y la desorientación inocente de la juventud. Mazursky compone situaciones de las que brota la dulzura, pero con la inteligencia de no caer en la sensiblería, sabe no caer en lo facilón, e incluso no usa a “Tonto”, el gato como elemento sobrecargado de azúcar, sabe bordear esta peligrosa línea trasluciendo con calado una oda a la alegría de vivir. Además este desplazamiento de costa a costa es adornado bellamente por la fotografía de Michael C. Butler (“La Gran Estafa”).

Art Carney (da vida a un tipo 15 años mayor que él, tenía 56) es el alma del film, explotando la cojera que Carney tenía desde la WWII en beneficio del rol, aumentando la sensación de fragilidad, transpira ganas de vivir, curiosidad por el mundo que le rodea, adornando a su Harry de humanidad, de empatía, de autenticidad, ganando el Óscar por la actuación, siendo una de las sorpresas de las historia de la Academia, competía con los grandes favoritos Al pacino de “El padrino II”, Jack Nicholson de “Chinatown” y Dustin Hoffman de “Lenny”. Phil Bruns encarna con cariño al abnegado hijo que intenta hacerle cómoda la vida a su padre a pesar de las estrecheces hogareñas. Ellen Burstyn está muy desaprovechada, muy livianamente construido su personaje, cuando parece a da r juego desaparece, error. Larry Hagman demuestra que no hay papeles pequeños, si no actores mediocres, en pocos minutos en pantalla le da tiempo a edificar a un petulante y vanidoso tipo que termina por caer ante su padre, es un pusilánime, y exhibe con estremecedora autenticidad su patetismo, magnífico. Hilarante el Jefe Dan George como el chamán desborda veracidad, manteniendo un sugestivo tour de forcé con Art. Herbert Berghoff está espléndido en su poco metraje, achacando los males del mundo al capitalismo.

Lo malo del film es que se siente demasiado idealizado, nada malo le pase en el viaje, todos los personajes van de los buenos a lo cándido, dejando la sensación episódica de anécdotas sin mucha profundidad, todo se ve muy agradablemente pero sin punzarnos por la hondura dramática, se siente el relato lineal, todo bañado de buenismo. Tampoco se entiende el comportamiento de Harry cuando lo desalojan a la fuerza, no encaja con la personalidad que después vemos, como tampoco se entiende por qué no deja en el aeropuerto que miren dentro de la caja del gato, confuso este proceder.

Hay unos cuantos momentos apreciables: Los ententes de Harry con su amigo Jacob cobre la política, o cuando Harry visita a un antiguo amor en un geriátrico, conmovedor, o cuando a Harry lo recoge con su auto una prostituta de lujo, divertido, o el tramo en la celda donde se encuentran el chamán indio y Harry, su charla televisiva es descacharrante, derivando en la bursitis de Harry que el chamán le curará por una batidora, para lo cual el indio bailará una danza tribal sanadora, delirante, o el segmento que tiene con su hijo Eddie, compendio de cómo en pocos segundos vemos evolucionar a un fantoche hasta derrumbarse, soberbio.

Buen film, recomendable a los que gusten de comedias bienintencionadas que te hacen reflexionar sobre lo que nos espera con los años. Fuerza y honor!!!
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
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