Con el diablo en el cuerpo (1947)

Comedia alocada que de tan absurda termina siendo una opereta.
La primera parte me resultó insoportable, los personajes dicen 100 palabras por minuto, todas pavadas obvio como siempre que se habla mucho.
Los personajes son insoportables, creo que exceptuando el primo pintor el resto son totalmente caricaturescos, empezando por los protagonistas, el doctor que se la pasa haciendo muecas, y Valentina que nunca no está gritando, llorando o haciendo boludeces dignas de una nena de 5 años.
La segunda mitad ya cuando no se si acostumbré o resigné al tono totalmente inverosímil y acelerado que tiene, sentí una mejora y empecé a disfrutar un poco y hasta reírme en algunas situaciones de tanta payasada inverosímil. Creo que la clave está ahí, se disfruta como si fuera un truco de magia o un tren fantasma, hay que dejarse llevar y olvidarse de la coherencia o lógica de la historia porque no tiene ninguna.
Lo mejor: que se burlan de todo, en un momento casi me pongo solemne a criticar el pintoresquismos pero es al pedo porque todo está llevado a la hipérbole, lo que cerca del final le da mucha frescura.
Que gran parte de la película se filmara en exteriores, se ve Capital Federal, Pergamino, el interior de Córdoba y Tigre.
Lo peor: acá quizás sea yo que me costó entra en la propuesta, pero toda la primera parte como ya dije se me hizo insoportable.
El conflicto o fin de todo ha envejecido muy mal, toda esa idea de las adolescentes teniéndose que casar lo más jóvenes posibles sí o sí ha envejecido pésimo.