El espantapájaros (C) (1920)

364/02(02/11/20) Muy divertido cortometraje silente escrito y dirigido por Buster Keaton y Edward F. Cline, y protagonizada por el primero, en uno de sus primeros trabajos tras abandonar a su mentor Roscoe ‘Fatty’ Arbuckle, aunque el orondo cómico está ‘medio’ presente a través de su perro Luke, que le pidió prestado Buster a su amigo. Comedia trepidante que anhela sacarte unas sonrisas y esto lo consigue, con un tsunami de gags imaginativos que mezclan sorprenderte (caso de su inicio) y componer secuencias de slapstick ingeniosos. Cumple este mes de noviembre nada menos que un Siglo desde su estreno. El título “El espantapájaros” está cogido por los pelos, pues si hay unos gag con este elemento, pero ni mucho menos es lo mejor, se pierde entre otros si especiales secuencias.

El corto muestra una evolución de como dos amigos que viven en concordia, terminan rivalizando por la hija (Sybil Seely) del granjero (interpretado por el padre de Buster, Joe) que se supone los tiene empleados (se supone digo, porque nunca los vemos trabajar), produciéndose una competición entre ambos por alcanzar el amor de la chica, con un baile de por medio para infundir celos. La elección final no sorprenderá a nadie, aunque la reacción del elegido con su ipertéerito rostro deja un gesto de cerrar los ojos, mayor expresividad no puede.

Teniendo tres grandes tramos en sus exiguos 19 minutos, uno es su arrollador inicio en la casa que Buster vive con su amigo (“Big” Joe Roberts, por cierto, con gran parecido con el mencionado ‘Fatty’), y por la mañana vemos como toda la vivienda es una sola habitación, pero esta está atiborrada de gadgets al estilo Rube Goldberg, donde todos el mobiliario hace varias funciones, con cuerdas colgando del techo donde están los condimentos del desayuno, un tocadiscos se desdobla en estufa, un baño se pliega para convertirse ser un sofá después de verter el agua en el estanque de los patos afuera, y las almohadas se convierten en cojines, la vajilla se pega al tablero desmontable de la mesa para que pueda colgarse en la pared y lavarse con una manguera después de cada comida. Todo ello con una coordinación y sinergia entre los dos colegas impresionante; La otra escena para recordar es la persecución de Luke the Dog a Buster (este cree tiene la rabia), toda ella delirante en sus situaciones, desde como intenta escapar Buster por una casa a medio construir sin techo, saltando por las ventanas, corriendo por el borde de los tabiques por la altura, corriendo por la casa de los gadgets, hasta desembocar en una gran trilladora de heno, descacharrante. Demostrando Buster una capacidad atlética brillante al servicio de hacerte reír, además de inundar la pantalla con una coreografía portentosa entre el animal y ‘Cara de Palo’; El otro buen momento es el clímax final en moto con cura de carabina y pasado por agua.

Buen cortometraje, de los que deja buen regusto. Fuerza y honor!!!

Buter vuelve a jugar con una casa, esta vez se las ingenia para hacerse una nueva casa Ikea donde todo tiene doble funcionalidad y con unos pocos (bastantes) cables todo se coloca ordenadamente y de forma práctica.

La otra parte interesante, es la forma de escapar del perro, más que nada por el perro que realmente hace un papelazo.

El resto bien, correcto.