Hombre en fuga (1948)

Ex-piloto de la RAF, Matthew Denant es un hombre de principios y todo un caballero, así que, ante la indelicadeza con que un detective trata a una prostituta (¿?) a la que ha descubierto en Hyde Park, él decide defenderla… y al ocurrir un grave accidente, donde el policía muere, Matt se entregará confiando en que tendrá un juicio justo y que será absuelto de cualquier cargo.

Pero, como él mismo comprobará luego, “hay muchos que están adentro y deberían estar fuera, y muchos otros que están afuera, pero deberían estar adentro”. Así se inicia un drama que tendrá a un hombre huyendo como un ratón, pues, las leyes son implacables y juzgan hechos antes que motivaciones.

El director, Joseph L. Mankiewicz, consigue atraparnos en una historia contada con particular elegancia; con una estimable altura en la recreación de cada personaje; y con unos diálogos de una pulcritud intachable y de muy hondo significado, como suelen abundar en casi todas sus películas.

Se parte de la obra homónima del abogado, novelista y dramaturgo inglés, John Galsworthy (1867-1933), premio Nobel de Literatura en 1932, la cual ya había sido llevada al cine en 1930, bajo la dirección de Basil Dean. En manos de Philip Dunne, quien ya había escrito para Mankiewicz los estupendos guiones de “The late George Apley” y “The ghost and Mrs. Muir”, a la obra se le desvanece totalmente su aire teatral y se convierte en una fuga a campo abierto donde -aunque habrá lugar para encontrar los extremos positivo y negativo que caracterizan la existencia- pesarán y dejarán huella, aquellos seres que sirven por intuición y sin necesidad de muchas preguntas.

Rex Harrison, muy efectivo como Matthew Denant, el hombre que decide recuperar su libertad porque no cree que la llamada justicia pueda hacerle perder tres años de su vida por un accidente. Representando a la extrovertida Dora Winton, Peggy Cummins resulta adorable y creo que no habrá espectador alguno que no se enamore de sus encantos físicos y de su personalidad. Y William Hartnell (el inspector Harris), la suerte de hombre de ley que todos quisiéramos en nuestra ciudad.

Entre muchas relevantes frases que hay en la película (la del título es una), hay otra que quiero compartirla con aquellas chicas que planean casarse con la única esperanza de salir de pobres:

“¿No estarás cambiando una pobreza por otra, casándote con un hombre al que no amas?

Título para Latinoamérica: “HOMBRE EN FUGA”

"Una prisión es un monasterio lleno de hombres que no han decidido ser monjes".

Excelente film británico que narra una historia humanista, llena de intriga, tensión, drama, un poco de humor y brío narrativo que le hace pero que muy entretenida y vistosa.
Mankiewicz ya se sabe que era un maestro tras las cámaras y en esta cinta, que es, quizás injustamente, una de las menos conocidas de su autor, tiene la gran ayuda de nada menos que Philip Dunne en el guión, adaptando de forma muy amena la obra de John Galsworthy.
Durante menos de ochenta minutos logra tener en vilo al espectador por mor de las desventuras de un prófugo, un hombre inocente que no acepta la injusticia que la Ley ha tenido con él y decide fugarse en pos de una libertad que tiene muy difícil dadas las muchas atribulaciones que tiene que pasar, aunque tenga la gran y abnegada ayuda de una bonita muchacha que se ha enamorado de él.
Este personaje, la de la chica, está interpretado por la encantadora Peggy Cummins, con un personaje por el que cualquier hombre acabaría rendido a sus pies dada su dulzura, valentía, determinación y también belleza.
Extraordinario, una vez más, Rex Harrison, y gran clímax opresor que le envuelve al protagonista, que una y otra vez lo intenta.
Francamente buena, es muy recomendable.

https://filmsencajatonta.blogspot.com