La vida en un día (2011)

Recuerdo que allá por julio cuando había que enviar los vídeos para este proyecto pensé que no sería para tanto. Que sería una película curiosa, entretenida quizá, un buen documental.
Hoy me como mis palabras.
Las personas es lo que tienen, que sorprenden. Quizá sea porque el hecho de que sean historias personales, historias reales, me toca un poco mi punto débil, pero esta película me ha parecido una obra de arte.
Te das cuenta de que el mundo es muy diferente, pero también similar en muchos aspectos.
Algunas escenas me han emocionado, unas felices, otras tristes. Todas reales. Desde el rechazo de un chico por parte de la chica de la que está enamorado a la alegría de una mujer a la que su, ahora marido, le propone matrimonio. Ambas escenas siendo intercaladas, con los contrastes que eso conlleva.
Desde el fanatismo religioso que se manifiesta varias veces hasta la tolerancia, como en la llamada del chico homosexual a su abuela para contarle que su "amigo" no era precisamente eso, pasando por la felicidad del más pobre o la inocencia del más joven.
No sé qué más decir. Son demasiadas historias, demasiadas vidas.
Solo se me ocurre decir que la veáis. Solo buscadla por YouTube, dedicadle una hora y media de vuestra vida. Seguro que cuando acabéis de verla pensáis que ha merecido la pena. Y si no es así no deja de ser un proyecto curioso.
Mención especial al apartado sonoro, que encaja perfectamente en cada momento.

Interesantísima producción llevada a cabo por los hermanos Scott, que ofrecía a la gente grabar vídeos de su día a día durante el pasado 24 de julio de 2010 con la excusa de que después esos extractos pudiesen ser editados en un documental de 90 minutos que recogería esa experiencia vital conjunta. 4.500 horas de vídeo procedentes de 192 puntos del globo, que Kevin Macdonald ha reunido bajo un mismo techo aunque aquí el verdadero mérito sea del montador, Joe Walker, que crea una narración no-lineal pero si temporal con entidad y fuerza.

Es sin embargo éste un trabajo de instantes, de momentos. No redondo porque nada en esta vida es perfecto, ni siquiera juntando lo que acontece a tanta gente de tan diversos territorios. Imágenes de gran belleza, otras pobres, pero ricas en su banalidad, se van sucediendo una tras otra sin respiro. Por el medio, algunas preguntas lanzadas al aire y recogidas por esa gente anónima que ha decidido compartir su vida con los demás, al menos durante unos segundos. Un elefante refrescándose en unas aguas con la única compañía de las estrellas, una madre amamantando a un bebé, una mujer saltando en paracaídas, el primer afeitado de un adolescente. Nacimientos, muerte. Un niño que descubre el exterior a través de una ventana, o el despertar de un hombre que enciende un fuego para calentarse. Son instantes, momentos mágicos, que a veces se ven corrompidos por una banda sonora algo intrusiva (del siempre cumplidor Harry Gregson-Williams).

Lo mejor para el final: la cámara enfoca un reloj que marca las 23:56 del 24/07/2010. Una mujer se encuentra en un coche, en el exterior hay tormenta. Y su monólogo es directo, real: "He estado trabajando todo el día, aunque sea sábado. Sí. Lo más triste es que he pasado el día creyendo que iba a pasar algo increíble, algo maravilloso, algo que me permitiera valorar este día (...) En mi caso, hoy realmente no ha pasado nada (...) Quiero que la gente sepa que existo."; "Life in a Day" es un ejercicio de vouyerismo permitido que funciona a ráfagas (como toda película de segmentos), pero que tiene un indudable interés a pesar de algunos tics un poco tramposos. Más que valiosa, válida. Una experiencia recomendable.