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El hijo del pistolero (1965)

El hijo del pistolero
89 min.
4.4
95
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Reseña (ESPAÑOL)
Sinopsis
Un pistolero del viejo oeste ayuda al sheriff a capturar a un forajido involucrado en el ataque a un rancho del lugar. Sospechosamente, el implicado no opone ningún tipo de resistencia a su detención. (FILMAFFINITY)
Género
Western
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Son of a Gunfighter
Duración
89 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Coproducción Estados Unidos-España;
Links
5
La clase media-baja del western.
Dentro de los westerns de las coproducciones hispano-norteamericanas que tanto abundaron a partir de la década de los sesenta, “El hijo del pistolero” es de lo más apreciable teniendo en cuenta a que muchos de ellos tienen una calidad más bien escasa.

La película sin ser ninguna maravilla es un western bastante pasable que se puede seguir sin dificultades y cierto interés. Está dirigida por el semidesconocido Paul Landres, uno de esos directores de películas de vaqueros de bajo presupuesto que aquí hace su mejor trabajo.

El guión de Clarke Reynolds es curioso e introduce temas como el intento de parricidio que no son habituales en este género.

Russ Tamblyn, el protagonista de la película era un actor-bailarín ciertamente conocido por sus papeles en “Siete novias para siete hermanas y “El pequeño gigante”, y aunque aquí no baila le da bastante al gatillo que casi es lo mismo. Aún estando discreto podemos decir que tampoco desentona excesivamente.

Sin lugar a dudas Fernando Rey es de lo mejor del film demostrando que es uno de los mejores actores españoles de todos los tiempos.

Destacaría la bonita y lograda melodía de la película que es de lo mejor.

En fin un pasatiempo para una tarde de lluvia que no desagrada aunque no puede dar para nada más.

Aprobado y a correr.
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Todo es absurdo, vives toda la vida obsesionado con una idea y de repente un día desistes de ella
De padre texano y madre mexicana, las sangres no acabaron de mezclar bien del todo, comentan de un personaje como si tal cosa, bien empezamos.
Muy sorpredentemente buen western teniendo en cuenta las hechuras (su pobretería, la calidad media infame de este tipo de tipo de añejas históricas bastardas producciones te hacía temer dolor a espuertas) y, debido especialmente, a cómo, con arte de birlibirloque, ahí está la clave, logran sortear los peligros de un guion endemoniado en cuanto a grupos en pelea, dimes y diretes, idas y venidas, lucha de intereses y demás movimientos, tropelías/fechorías, cosa fina, casi vodevilescas a través de un continuo afán explicativo razonador cartesiano socrático la mar de interesante y generoso, lo que la convierte en una obra honrada a carta cabal y a prueba de bombas, bien contada, desarrollada y resuelta a pesar de sus innumerables sucesos y giros y de una historia de amor que, bueno, digamos que está puesta por el ayuntamiento, aunque ella es más maja y bonita que todas las cosas, se merece el mismo cielo, la luna, entera, para ella sola.
El protagonista nos regala una interpretación jamesdeaniana atormentada regada de frases del tipo de toda mi vida ha sido un cúmulo de errores o yo no sé nada o la que cito en el título, todas ellas de corte existencialista, autocríticas, de antihéroe reflexivo torturado con la consciencia de sí mismo y del disparate del mundo muy avezada o sensible, otro motivo por el que esta película debería ser del olvido más olímpico rescatada, no te la esperas, ni mucho menos, acostumbrado a morrallas baratas llenas de infinitos sucedidos a la carrera sin pies ni cabeza o a clasicazos que se pasan cualquier tipo de lógica o sentido por el forro de su egregia altura y tremendo prestigio ya que a la muchedumbre tanto le chifla el brillo, mi anillo, que la opinión se la den ya hecha o de antemano, le hagan el trabajo sucio, se la ahorren, de hecho, le digan lo que tiene que pensar o decir y escribir sobre cada cosa, que piensen mejor los otros que ya si eso..., quizás yo otro día..., tal vez mañana..., que ahora estoy muy ocupado rascándome los cojones.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
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