Terror bajo la tierra (1990)

No es una obra de arte, no es una maravilla audiovisual, sus dialogos son simplones, sus efectos de segundo nivel, vestuario ni lo tiene, no da miedo, la trama es lineal, y así podría enumerar decenas de caracteristicas negativas de este film, pero tiene una cosa que muchas otras querrían, y es que no es facil de olvidar.

Digo que no es fácil de olvidar porque, a los que le parecen mala es porque la comparan con superproducciones de este siglo cargadas de superefectos olvidando que el cine hace 20 años no disponía de una décima parte de lo que tiene ahora, a los que les parece regular normalmente es porque no les agrada los monstruitos de serie b de cartón piedra y las historias increíbles pero en cierta forma reafirman con su media negación que tiene su punto de interés, y a los que nos gusta (me incluyo sin duda) es porque la contemplamos como un clásico de los años 80 dentro de la ciencia ficción, ya que este tema fue bastante olvidado por productores y directores durante algunos años, ya que normalmente una película mala de terror o una insulsa comedia, daban mas beneficios por su simplicidad y su puesta en escena, aparte de que una producción de alto nivel podía llevar a un director famoso a casi su retirada del espectáculo. En cierta forma, hay que alabar la osadía de hacer algo digno de recordar.

Clásico de serie b, pero a fin de cuentas "clásico" que se recuerda para bien o para mal, y que para los amantes de ella, no les importa volverla a ver una y otra vez.

Me encanta esta película.
Es entretenida, directa, divertida, a ratos graciosa, a ratos trepidante y a ratos, incluso, agobiante.
Hoy día es muy difícil encontrar películas que den mucho más de lo que prometen, y esta la hacía. Temblores promete acción-terror de serie B, pero no se queda ahí, ya que consigue que cuando acabes de ver la película se te quede una sonrisa en los labios y te alegre el día.
Un encanto de película de esas que simplemente hacen que disfrutes del cine, sin otra pretensión que agradar y divertir.
Yo me la trago entera cada vez que la echan en la tele. Y ya la habré visto más de diez veces.
No me arrepiento de darle un 9.