Little Britain (Serie de TV) (2003)

Hacía muchísimo tiempo que no veía un programa/serie de humor tan logrado. Sus ácidas críticas al sistema, sus parodias de ciertos personajes conocidos y sus caracterizaciones bizarras no dejan títere con cabeza.

Al principio sí que es cierto que costaba simultanear la jerga de los diálogos con la lectura de los subtítulos, pero ya desde el primer capítulo que vi, me quedé impactado por un humor tan original, nada que ver con los Cruz y Raya o Los Morancos de turno.

Estos dos geniales humoristas han logrado crear unos personajes propios y con una fuerza tal, que es imposible escapar a la carcajada continua. Son tremendamente originales, y nos han traído, sin duda, un soplo de aire fresco al mediocre panorama del humor actual.

Creo que se puede decir, sin temor a equivocarse, que son la mejor pareja de humoristas del Siglo XXI, los cuales me recuerdan, aunque en otra dimensión, a los mejores tiempos de Martes y Trece y de los maestros Monty Python.

Una visión tan cínica como surrealista del pueblo británico, a través de una galería de personajes estrambóticos cuyas desventuras, eso sí, llegan a hacerse muy repetitivas aunque sin perder por ello la gracia. Desde el único chico gay de un pueblito galés, hasta una versión con mucha mala leche del primer ministro británico, pasando por el inepto profesor de un colegio elitista o por un falso minusválido con un morro impresionante, entre otros muchos personajes fijos que comprenden casi todos los estratos sociales, que siempre vistos desde la perspectiva más absurda componen este extraño retrato de la Gran Bretaña actual.
Muy recomendable como muestra de la evolución del ya clásico humor inglés, ahora con unos niveles de autoparodia y autocrítica que dejan en nada cualquiera de las numerosas y clásicas series que, sobre esas mismas bases, han sabido recrear ciclicamente tantos buenos humoristas, a los que cabe (muy sobradamente) apuntar el nombre de los dos artífices de esta serie.