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Eichmann: El fugitivo Nazi (1994)

Documental completo (ESPAÑOL)
Sinopsis
"Eichmann: El Fugitivo Nazi" muestra la persecución que durante 15 años realizaron los servicios secretos israelíes para capturar al dirigente nazi. Este documental fue editado en DVD dentro de un pack llamado "Los archivos secretos de los Nazis", junto con otros 3 documentales de la misma productora. (FILMAFFINITY)
Género
Documental Documental sobre Historia Nazismo II Guerra Mundial
Dirección
Reparto
Documental
Año / País:
/ Israel Israel
Título original:
L'Hidato Shel Adolf Eichmann (The Hunt for Adolf Eichmann)
Duración
91 min.
Guion
Música
Compañías
7
El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad.
Adolf Eichmann fue una figura clave del Holocausto judío, fue el responsable directo de la solución final y de la logística del transporte de los deportados hacia los campos de exterminio. Fue apresado en la Argentina, y en 1960 se lo llevó a juicio, durante el cual expresó su sorpresa ante el odio que le mostraban los judíos, diciendo que él sólo había obedecido órdenes, y que obedecer era algo bueno. Seis psiquiatras declararon que Eichmann estaba sano y que tenía una vida familiar normal. Todo esto le pareció muy intrigante a Stanley Milgram, psicólogo de Yale, investigó a Eichmann y concluyó que éste era un personaje común, con escasas dotes intelectuales, y que no tenía nada personal en contra de los judíos. Fue entonces cuando Milgram se preguntó ¿Por qué había participado en el Holocausto? ¿Sería sólo por obediencia? ¿Podría ser los nazis sólo acatasen órdenes? ¿O es que los alemanes eran diferentes? Un año después del juicio realizó un experimento y lo publicó en 1963. No pretendía exculpar a los nazis sino saber los límites de obediencia a los que llega el ser humano.

A través de un cartel colocado en la parada del autobús se reclamaban voluntarios para participar en un ensayo relativo al "estudio de la memoria y el aprendizaje", por lo que se les pagaba cuatro dólares (equivalente a 28 dólares actuales) más dietas. A los voluntarios que se presentaron se les ocultó que en realidad iban a participar en una investigación sobre la obediencia a la autoridad. Los participantes eran personas de entre 20 y 50 años de edad de todo tipo de educación: desde los que acababan de salir de la escuela secundaria a participantes con doctorados.
El experimento requiere tres personas: El experimentador (el investigador de la universidad), el "maestro" (el voluntario que leyó el anuncio en el periódico) y el "alumno" (un cómplice del experimentador que se hace pasar por participante en el experimento). El experimentador le explica al participante que tiene que hacer de maestro, y tiene que castigar con descargas eléctricas al alumno cada vez que falle una pregunta.
A continuación, cada uno de los dos participantes escoge un papel de una caja que determinará su rol en el experimento. El cómplice toma su papel y dice haber sido designado como "alumno". El participante voluntario toma el suyo y ve que dice "maestro". En realidad en ambos papeles ponía "maestro" y así se consigue que el voluntario con quien se va a experimentar reciba forzosamente el papel de "maestro".
Separado por un módulo de vidrio del "maestro", el "alumno" se sienta en una especie de silla eléctrica y se le ata para "impedir un movimiento excesivo". Se le colocan unos electrodos en su cuerpo con crema "para evitar quemaduras" y se señala que las descargas pueden llegar a ser extremadamente dolorosas pero que no provocarán daños irreversibles. Todo esto lo observa el participante.
A los participantes se les comunicaba que el "experimento estaba siendo grabado", para que supieran que no podrían negar a posteriori lo ocurrido.
Se comienza dando tanto al "maestro" como al "alumno" una descarga real de 45 voltios con el fin de que el "maestro" compruebe el dolor del castigo y la sensación desagradable que recibirá su "alumno". Seguidamente el investigador, sentado en el mismo módulo en el que se encuentra el "maestro", proporciona al "maestro" una lista con pares de palabras que ha de enseñar al "alumno". El "maestro" comienza leyendo la lista a éste y tras finalizar le leerá únicamente la primera mitad de los pares de palabras dando al "alumno" cuatro posibles respuestas para cada una de ellas. Éste indicará cuál de estas palabras corresponde con su par leída presionando un botón (del 1 al 4 en función de cuál cree que es la correcta). Si la respuesta es errónea, el "alumno" recibirá del "maestro" una primera descarga de 15 voltios que irá aumentando en intensidad hasta los 30 niveles de descarga existentes, es decir, 450 voltios. Si es correcta, se pasará a la palabra siguiente.
El "maestro" cree que está dando descargas al "alumno" cuando en realidad todo es una simulación. El "alumno" es un actor que va simulando los efectos de las sucesivas descargas. Así, a medida que el nivel de descarga aumenta, el "alumno" comienza a golpear en el vidrio que lo separa del "maestro" y se queja de su condición de enfermo del corazón, luego aullará de dolor, pedirá el fin del experimento, y finalmente, al alcanzarse los 270 voltios, gritará de agonía. Lo que el participante escucha es en realidad una grabación de gemidos y gritos de dolor. Si el nivel de supuesto dolor alcanza los 300 voltios, el "alumno" dejará de responder a las preguntas y se producirán estertores previos al coma.
Por lo general, cuando los "maestros" alcanzaban los 75 voltios, se ponían nerviosos ante las quejas de dolor de sus "alumnos" y deseaban parar el experimento, pero la férrea autoridad del investigador les hacía continuar. Al llegar a los 135 voltios, muchos de los "maestros" se detenían y se preguntaban el propósito del experimento. Cierto número continuaba asegurando que ellos no se hacían responsables de las posibles consecuencias. Algunos participantes incluso comenzaban a reír nerviosos al oír los gritos de dolor provenientes de su "alumno".
Si el "maestro" expresaba al investigador su deseo de no continuar, éste le indicaba imperativamente:
Continúe, por favor.
El experimento requiere que usted continúe.
Es absolutamente esencial que usted continúe.
Usted no tiene opción alguna. Debe continuar.
Si después de esta última frase el "maestro" se negaba a continuar, se paraba el experimento. Si no, se detenía después de que hubiera administrado el máximo de 450 voltios tres veces seguidas.

Los resultados del experimento original escandalizaron al mundo. El 65% de los "maestros" castigaron a los "alumnos" con el máximo de 450 voltios. Ninguno (0%) de los participantes se negó rotundamente a dar menos de 300 voltios.

Dr.Juventus
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