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Jefes (Serie de TV) (1983)

Jefes (Serie de TV)
200 min.
6.9
350
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Sinopsis
Serie de TV. Narra la historia de los jefes de policía de Delano, una ciudad sureña de los Estados Unidos, y del asesino en serie que no le deja vivir. Hill Henry Lee es el primer jefe, un hombre despreocupado que trabaja para establecer su posición mientras que el asesino comienza a hacer sus estragos. El segundo es un racista violento que tropieza en su trabajo a medida que el asesino continúa el suyo. El mayor Tyler Watts es el tercer jefe, un policía afroamericano que deberá ocuparse del racismo virulento de su comunidad mientras junta los pedazos del infernal rompecabezas para intentar poner al asesino en manos de la justicia... (FILMAFFINITY)
Género
Serie de TV Thriller Policíaco Crimen
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Chiefs
Duración
200 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Premios
1984: Emmy: Nominada a mejor actor sec. (Carradine), miniserie y dir. artística
8
Delano
“Jefes” es uno de esos productos de gran nivel que desgraciadamente llevan mucho tiempo en el destierro, esperando que algún buen samaritano lo desempolve de allá de donde se encuentra y lo saque a relucir como realmente se merece. Conducida al abismo del olvido por las grandes distribuidoras, somos los amantes de este tipo de producciones los que tenemos en nuestra mano la oportunidad de dar a conocer esta notable, entretenida y apasionante miniserie de cuatro episodios (200 minutos en total) dirigida por Jerry London, con guión adaptado de Robert W. Lenski, basado en la novela de Stuart Woods.

En ella podremos disfrutar con el desarrollo cronológico de su argumento, que muestra el estilo de vida y el progresivo crecimiento de una ciudad sureña ficticia llamada Delano (Georgia) contada desde las experiencias que el administrador de la villa Hugh Holmes (Charlton Heston), va narrando a medida que se van sucediendo los acontecimientos. La impecable ambientación de la serie nos adentra en una aparente historia común que habla del bien y del mal; del racismo y de aquellos que pretenden abolirlo; de la vocación del trabajo policial y de la corrupción dentro de ese mundo; de alcanzar una meta política desde los principios o desde la manipulación y la mentira. Muchas interesantes vertientes dentro de un guión que tiene como hilo conductor la actividad policial desarrollada por los diversos jefes de policía que va teniendo a lo largo de los años la ciudad de Delano (teóricamente recibe ese nombre en honor a Franklin Delano Roosevelt), rodeados por una intrigante cadena de asesinatos sin resolver, y un considerable nivel de racismo hacia la gente de color entre la población del lugar.


Así, la historia comenzará en el año 1924 con el nombramiento del primer jefe de policía de la ciudad, Will Henry Lee (Wayne Rogers), un reputado y humilde agricultor que encontrará su primer obstáculo en la falta de colaboración del rival que pretendía su cargo, Foxy Fundenburke (Keith Carradine). El tiempo pasa y las generaciones se suceden. Llegamos hasta la segunda mitad de los años 40 (final de la Segunda Guerra Mundial) y el joven héroe de guerra Sonny Butts (Brad Davis) recibe el nombramiento de máximo representante de la policía. A diferencia de su antecesor en el cargo, Sonny es racista y utiliza su empleo más como un objeto del que presumir (placa reluciente, una buena moto para lucirse...) y con el que divertirse, que como una vocación para trabajar por el pueblo. Entonces, Billy Lee (Stephen Collins), hijo de Will Henry, está inmerso en la carrera política, contando con la sensatez del asesoramiento de un Hugh Holmes -obviamente- cada vez más mayor. Llegado el año 1962, Tyler Watts (Billy Dee Williams), un mayor del ejército con una hoja de servicios impecable, recibe el cargo de nuevo jefe de policía de Delano. Un único problema: es negro.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
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12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Viaje al profundo Sur
Lo que más me gustó de la serie fue su ambientación. Recuerdo que, cuando la estrenaron, yo era un crío, y tuve que rogar y suplicar para que me dejaran ver una de polis de las que ponían los viernes a partir de las diez de la noche. Pero mereció la pena.

En principio, el cliché de "asesino en serie" (papel que interpreta, y se sabe desde el principio, Keith Carradine) es algo a lo que estamos bastante habituados hoy en día. Sin embargo, en la época en la que la serie se grabó, no había demasiado hecho sobre el tema. Mantener el pulso narrativo y la tensión a lo largo de más de 200 minutos no es nada fácil, pero se consigue. Las diferencias entre blancos y negros también quedan claras desde el primer capítulo, y, en especial, en el papel que juega un impagable Brad Davis hacia la mitad de la serie (lástima de pérdida, era un actor que pudo haber dado mucho de no ser por su prematura muerte). Ese aire rural, donde la ley y el Klu-Klux-Klan a veces están en el mismo lado y donde la amistad entre un blanco y un negro está de telón de fondo, es uno de los mejores logros de la serie.

Stephen Collins (Billy Lee) está algo más desdibujado, pero tampoco tenía muchas opciones, dado que el personaje que interpreta es bastante más convencional (el héroe y triunfador popular). Un aplauso para Billy Dee Williams, que supo cambiar de registro tras su papel de Lando en "La Guerra de las Galaxias", y que sabe a poco al final de la serie. En cuanto al papel omnisciente de Charlton Heston, que todo lo narra y que parece el padre de la mitad del pueblo..., bueno, era un papel a su medida, de bueno-buenísimo con pretensiones de juez y parte. La recomiendo para los nostálgicos y los que se la perdieron por ser demasiado pequeños o no ser ni siquiera un proyecto.
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
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