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La cenicienta de París (1957)

La cenicienta de París
103 min.
6.9
8,167
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
El fotógrafo de una importante y conocida revista de moda busca una modelo que se salga de lo habitual. La casualidad lo lleva a una librería parisina donde, inesperadamente, descubre a una joven y tímida dependienta que reúne todas las cualidades que buscaba. Decide, entonces, convertirla en la mejor modelo de París. (FILMAFFINITY)
Género
Musical Comedia Romance Comedia romántica Moda
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Funny Face
Duración
103 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1957: 4 nominaciones al Oscar: Mejor guión original, fotografía, dirección artística, vestuario
1957: Sindicato de Directores (DGA): Nominada a Mejor director
1957: Sindicato de Guionistas (WGA): Nominada a Mejor guión musical
1957: Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película)
1957: National Board of Review: Top 10 Mejores películas y mención especial
"El último gran musical de la Edad de Oro"
[Fotogramas]
"Un clásico que no pasará de moda"
[Diario El País]
7
7
Positiva
0
Neutra
0
Negativa
10
I love your funny face
Hay ciertas películas que uno no sabe si votar atendiendo al corazón o a la cabeza. En este caso, si al final sólo hubiera atendido al análisis frío y calculador, mi nota hubiera sido un siete o un ocho. Pero mi conciencia me impedía no calificar con un diez este espectáculo tan maravilloso que puedo ver veces y más veces sin cansarme.
Seguramente, desde un punto de vista técnico, esta película no sea una obra maestra, pero, cuando los sentimientos cobran vida, es difícil hacer valoraciones abstractas y puramente racionales.
Muchos elementos hacen que esta cinta sea una de mis favoritas. En primer lugar, la conjunción de dos actores tan geniales como Audrey y Fred. Si ambos, por separado, son eternos, su unión representa una de las cimas del séptimo arte. Se tenía miedo de que la diferencia de edad entre ellos no hiciera creíble la historia de amor. Ese prejuicio sólo lo puede tener quien no conozca a Fred Astaire. Un hombre etéreo y ligero -como lo definió Vincente Minnelli-, que casi no es de este mundo, puede tener lo mismo veinte que cincuenta años, porque sus bailes lo elevan al cielo y lo alejan de lo terrenal y mundano.
En segundo lugar, ese carácter eterno de ambos actores, unido al perfil de sus personajes (Astaire como un pragmático norteamericano, Audrey como una joven intelectual que desprecia al principio los sentimientos y el amor) evitan que la película caiga en un tono almibarado y de romanticismo pedante.
En tercer lugar, nos encontramos con unas canciones inolvidables -"música de alas" ha escrito Cabrera Infante en “Cine o Sardina”- de George e Ira Gershwin , entre las que destacan "He loves, She loves", "Funny face", "Bonjour, París" o "´S wonderful", por ejemplo.
Y, cómo no, hay que citar al gran director que fue Stanley Donen, un genio del musical que tiene en su haber películas como "Cantando bajo la lluvia", "Un día en Nueva York" o "Siete novias para siete hermanos", entre otras. Un genio que cumplió su sueño de dirigir a Fred Astaire, al que había visto siendo un niño en "Volando hacia Río de Janeiro", dirigiéndolo en "Bodas Reales" y en la película que nos ocupa.
Para terminar, hay que decir que Fred y Audrey desearon enormemente trabajar juntos. Tambien ella, siendo niña, había soñado con bailar un día con Fred. Y éste sabía que Audrey era la mejor y no quería pasar la oportunidad de poder trabajar con ella.
Dijo Terenci Moix en su magnífico libro “Mis inmortales del cine. Años 30”, en el capítulo dedicado a Fred Astaire, que esta película era y sigue siendo maravillosa. Lo será siempre porque, como hemos dicho, en sus imágenes y en su música sigue rezumando esa sensación de eternidad que tan pocas veces se alcanza.
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57 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Amor, moda y enfaticalismo en París
El talento de Stanley Donnen en el género musical es a estas altura incuestionable, pues el co-creador del que es posiblemente el mejor musical de la historia, Singing in the Rain, ya se lo ha ganado a pulso. Aunque fue con Gene Kelly con el que alcanzo reconocimiento internacional, fue con Fred Astaire con quien obtuvo sus primeros éxitos y con el que empezó a formarse como director de musicales. Es evidente que el talento creativo de Kelly complementó a la perfección al de Donnen logrando una fusión perfecta de talentos, que a pesar de lo diferentes que eran por separado alcanzaron una sorprendente compenetración. Pero para ser sinceros, el estilo creativo de Donnen siempre fue mas afín al de Astair que al de Kelly. Por eso este Funny Face suponía una especie de reencuentro teñido de reconciliación entre el actor y el director. En este caso el paso de los años se aprecia notablemente en Fred Astair, que aun así logra algún número musical de sorprendente brío, aunque sigue manteniendo todo el carisma que le llevo a la fama. No me parece que fuera un gran actor, pero tenia una personalidad muy acusada que le aportaba cierto encanto que ni los años lograron extinguir. El problema viene cuando le juntamos con una Audrey Hepburn luminosa y encantadora como pocas veces que se come vivos a todos los actores, Astair incluido. La actriz se convierte pronto en el centro de atención absoluto de esta historia sobre el mundo de la moda que en ocasiones nos recuerda a la reciente y nada desdeñable Devils Weir Prada. Pero a excepción de la radiante interpretación de Audrey, el resto ha envejecido mal con el tiempo. Por un lado las canciones y los números musicales quedan lejos de los mejores trabajos de Donner, en las que la letra de alguna de ellas causa sonrojo hoy día, mientras que los números musicales, sin estar mal, carecen de la fuerza, innovación y alegría que transmitían los de A Day in New York o Singing in the Rain. Aun así quedan el imaginativo número de Fred Astair debajo del balcón de la protagonista, en la que por fin se puede lucir a gusto y la del café bohemio en la que se nos rebelan las estupendas actitudes para la danza clásica y moderna que tenia la Hepburn, muy superiores a las de cantante. En cualquier caso el mayor defecto de este simpático film es un guión muy simple que abusa de tópicos y profundiza poco en las situaciones y personajes. Poco puede hacer Donner, que tampoco estaba en su mejor momento, para levantar un trabajo con una base tan endeble. El resultado no deja de ser una agradable película cargada de buenas intenciones, pero que artìsticamente no aporta nada al género ni a la carrera del director, intrascendente en su contenido aunque se vea con agrado.
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39 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
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