Escenas
Ver 3 más- Sinopsis
- La historia se desarrolla en el siglo XVIII. El pueblo de Tijuco, enclavado en Minas Gerais, vive la fiebre de la recolección de diamantes, que son enviados a enriquecer la corona portuguesa. Allí vive el hombre más importante de Brasil, el Comendador Felisberto Caldeira D’Abrantes, encargado por el Rey del manejo de las minas de diamantes del Arraial del Tijuco. Cuando el Comendador decide vender su esclava Maria, junto con su hija, Xica, a un burdel, la joven se venga robándole toda su fortuna en diamantes guardada en un baúl. El plan, ejecutado por Xica con la complicidad del negro Quiloa, enamorado de ella, arruina a sus señores que son enviados a la prisión en Portugal. Con la fortuna en mano y, para no levantar sospechas, Xica y Quiloa deciden esconder la caja rellena de diamantes dabajo de la tierra, para que, más tarde, tuvieran dinero suficiente para comprar sus cartas de alforria. Con la desgracia de la familia del Comendador, Quiloa huye para un quilombo donde más adelante se convertirá en líder de los esclavos fugitivos, mientras Xica es vendida al Sargento Tomaz Cabral. Su nueva ama es la histérica Violante, hija de Cabral. En la casa del sargento, Xica conoce el nuevo Comendador designado por el Rey. (FILMAFFINITY)
- Género
- Serie de TV Drama Siglo XVIII Telenovela
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1997 / Brasil
- Título original:
- Xica da Silva
- Duración
- 60 min.
XICA ES UNA AUTÉNTICA REINA
10 de enero de 2012
Telenovela más en formato de serie por su contenido, que recuerdo como el primer día. Llena de vida y colorín narra la vida de Xica Da Silva, madre de los hijos de Jao Fernandez una esclava que llegó a ser una auténtica reina. El elenco de actores es inmejorable con una Tais Araujo sensacional y divertida y un señor comendador más guapo que el príncipe de Bekelar. Con una puesta en escena distinta y unos decorados preciosos y fielmente encuadrados la música es exacta y las interpretaciones también. Fiel a su propio estilo esta Xica resalta sobre cualquier otra. Todo tipo de situaciones y una carga tan dramática como divertida dan vida a esta reina que llenó la pantalla de alegría y de personajes al mejor estilo de opereta folletinesca del siglo XIX.
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
O outro lado da moeda
9 de febrero de 2012
Atrevida, inteligente, violenta, pasional, divertida, trágica, son adjetivos claves tanto para la telenovela como para su bella protagonista de raza negra. Xica da Silva es una deliciosa fruta que vale la pena saborear una, dos, tres, innumerables veces. Es un admirable drama sobre esclavos y nobles, que logra capturar al televidente gracias a su inteligente recreación del contexto histórico en el que se sitúa y, desde luego, por su tratamiento original de los temas principales.
Gracias a un variado catálogo de personalidades se arma una trama entretenida sobre la época colonial de los brasileños, allá por el siglo XVIII. Uno podrá apreciar paulatinamente que no existe una felicidad satisfactoria entre esas dos personas que se aman y que están enfrentadas al mundo (la esclava y su Comendador), que no existe el héroe bueno y justo, o la doncella refinada, inocente y de buenos principios. Aquí se muestra la otra cara de la moneda, la verdadera.
Lo que finalmente Xica da Silva quiere enseñarnos, como golpe final hacia nuestros prejuicios de personajes arquetipos, es que las historias de amor pueden ser agrias (por no decir que en realidad lo son), esto es, que a pesar de su belleza, armonía o esperanza, desgraciadamente los finales (sobre todo) no siempre son color de rosa. Los amantes no siempre permanecen juntos hasta el final, los «buenos» no siempre ganan, etcétera.
Gracias a un variado catálogo de personalidades se arma una trama entretenida sobre la época colonial de los brasileños, allá por el siglo XVIII. Uno podrá apreciar paulatinamente que no existe una felicidad satisfactoria entre esas dos personas que se aman y que están enfrentadas al mundo (la esclava y su Comendador), que no existe el héroe bueno y justo, o la doncella refinada, inocente y de buenos principios. Aquí se muestra la otra cara de la moneda, la verdadera.
Lo que finalmente Xica da Silva quiere enseñarnos, como golpe final hacia nuestros prejuicios de personajes arquetipos, es que las historias de amor pueden ser agrias (por no decir que en realidad lo son), esto es, que a pesar de su belleza, armonía o esperanza, desgraciadamente los finales (sobre todo) no siempre son color de rosa. Los amantes no siempre permanecen juntos hasta el final, los «buenos» no siempre ganan, etcétera.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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