Un príncipe en Nueva York 2 (2021)

Para los que hemos disfrutado y reído a carcajadas con Eddie Murphy esta película es una experiencia verdaderamente triste. Es como en aquella otra en la que los protagonistas son espectros pero no lo saben; estos tampoco lo saben, pero tú sí. Sabes que estás viendo algo fantasmal, un intento por resucitar un humor que ya murió, un humor que es imposible en los absurdos tiempos de la corrección política. Y ese es el tema, Eddie Murphy como otros cómicos de su generación tenían chispa, eran ocurrentes, eran atrevidos... ahora son pura ortodoxia. Sencillamente no puedes hacer humor mientras rindes pleitesía a todas las obsesiones ideológicas del wokismo que infecta a las élites culturales americanas. No puedes hacer humor desde la ortodoxia y la sumisión más absoluta a la corrección política, es imposible. El espectáculo es tan triste, tan fallido y deprimente que duele. Algunos ejemplos:

-Toda la premisa de la película se basa en que una mujer se lo beneficia mientras estaba drogado, lo cual es una violación, pero se supone que es gracioso. ¿Imagináis la situación al revés?
-A los 15 minutos ya toca pildorita "antirracista" y antiblanca. Lo peor es que la escena ni resulta graciosa, ni novedosa, ni ocurrente, ni absolutamente nada, no es mas que un triste peaje a la nueva ortodoxia instaurada por el establishment americano. Lamentable.
-Cinco minutos después, pildorita "feminista": el protagonista le reprocha a unos ancianos sus quejas por no poder tocar a las mujeres cuando les dé la gana. La palabra sexista aparece continuamente y la inevitable escena en la que una mujer empoderada apaliza a un buen puñado de hombres, también; por supuesto con golpes en las pelotas, faltaría más.
-Evidentemente ni un sólo chiste que pueda, ni mínimamente, considerarse machista, racista, homófobo.. y ofender a alguna "minoría". Considerando que la palabra minoría curiosamente incluye mujeres, negros, asiáticos, gais.. (o sea al 90% de la humanidad más o menos), como comprenderéis, las opciones para el humor quedan bastante limitadas.

En conclusión, es todo es tan chusco, tan evidente, tan groseramente previsible y carente de gracia y, finalmente, tan fallido que resulta doloroso. Ahórrense el mal rato y preserven el grato recuerdo de la obra original. Para mí ya es tarde.

Le doy un 1, pero que no se me entienda mal: me parece, ahora mismo, la película más necesaria de la historia. Porque pone de manera absolutamente evidente sobre la mesa, TODO lo que hemos retrocedido como sociedad libre, y el nivel de total imbecilidad que ha alcanzado la actual generación. En ese sentido, es sencillamente magistral (sin quererlo).
Príncipe de Zamunda (1988), es divertidísima, con alma, personajes memorables, hija de su tiempo y no se preocupaba de seguir agendas políticas ni ofender a nadie. Un clásico atemporal que aunaba talento innato de su protagonista y una puesta en escena única y particular.
El rey de Zamunda (2021) es.................totalmente abominable. Y esto es así porque una película así, a día de hoy, es imposible de hacer. La generación actual jamás lo permitiría. Hoy la dictadura de lo políticamente correcto, el feminismo trasnochado y totalitario demagógico, y las agendas panfletarias de los "oprimidos" y "minorías" (que son el 90% de la población, curiosamente), han creado un monstruo más nazi y censor que el propio nazismo: la cultura de la Cancelación.
Hoy, tienes que meter "cuotas" en la película. Da igual que el guion o la mismísima historia no tengan nada que ver. Tienes que tener cuidado de no meter una palabra ligeramente malsonante sobre ningún colectivo. Tienes que introducir mujeres empoderadas que ningunean al hombre por sistema. Tienes que tener un humor light e inofensivo, o un ofendidito de 20 años desde Twitter puede hacer que cancelen tu película.
Con todo esto, como veréis hacer este tipo de cine es inviable. Y si lo intentas porque una plataforma te da luz verde, salen abortos fílmicos sin alma ni gracia, como la cinta que nos ocupa.
Y esto es culpa de todos: culpa de los críos actuales, la peor generación de la Humanidad (pusilánimes, demagógicos, alienados, patéticos, consentidos...) y nuestra, que somos sus padres, abuelos, tíos y tías, que no hemos sabido educar a una generación que se pone a llorar, si no llamas "género no fluide no-cis hetero binarie LGTBQ" a determinadas personas.