Los siete magníficos del espacio (1980)

Estimado Domiciano,

Aunque a su versión original le dieron mejor título ("Battle beyond the stars"), el que se le dió en España es tan acertado como demasiado autoexplicativo, pues la notabilísima influencia de "Los 7 magníficos" o incluso de "El regreso de los 7 magníficos" (no me voy a remitir ya a "Los 7 samurais") no sólo es referente sino que no se disimula de ningún modo que se trata de una nueva versión llevada a la ciencia ficción.

Aún así, y con los escasísimos recursos técnicos con los que parece contar, el producto es bastante digno y cuenta con personajes muy interesantes que en otras sagas de mayor presupuesto hubieran sido míticos (Nestor, los Kelvin, Sadorf y ese oscuro mercenario puro y duro de un planeta olvidado muy bien interpretado por Robert Vaughn). También es verdad que hay otros que merecen el olvido (Cowboy, la valquiria o el mismo protagonista como ejemplos).

El tiempo no pasa bien por esta cinta, pero para los amantes del cine de ciencia ficción antiguo, seguro que merece ser vista. Tiene su encanto.

Ay, madre... y yo que recordaba el film con cariño...

Pero era antes (igual que ahora) una película ingenua, camp y derivativa de "Star Wars".

Y aunque la idea original tiene su gracia, el film rezuma aroma a serie B por todas partes (cosa no tan mala si uno se da cuenta de que las B movies actuales son taquillazos A made in Hollywood)...

Lo más curioso: los implicados en ella. Murakami (responsable de "Cuando el viento sopla" y parte de "Heavy Metal", James Cameron como diseñador y hombre para todo, James Horner en la banda sonora y John Sayles en la parte guionística.

Vivir para ver.

Por otra parte, John Saxon tiene su chispa (puro actor B, amigos), Robert Vaughn hace un guiño a su papel en "Los siete magíficos" y George Peppard parece pasárselo bomba interpretando a un personaje de western.

Y no me olvido del personaje de la valkiria... ¡AY, OMÁ... QUÉ RICA!

Lo mejor: El tono a lo "La patrulla galáctica" del conjunto.

Lo peor: Algunos diálogos, docenas de nombres risibles, un argumento poco trabajado (ya se sabe que Corman hacía que los guionistas escribieran a marchas forzadas), muchos diseños y unos FX que reciclan la misma explosión una y otra vez.