K-9: Investigadores privados (2002)

Nueva entrega de las aventuras habituales protagonizada por la pareja más mítica del cine y la televisión, la del hombre acompañado por perro, con el que resolver situaciones de peligro y misterios policiales, solo que en esta ocasión el personaje interpretado por el desenfadado James Belushi y su fiel compañero, se encargan de llevar casos en su nuevo servicio como detectives privados.
Desenfadada, floja, pobre, pasajera y prescindible entrega que se ve con cierto agrado y que se olvida con la facilidad que se ve.
La clave está en el encanto del perro y el tono desenfadado que toma todo el conjunto de la película. Ofrece lo que se espera de ella y ante eso, no me voy a quejar.
La fórmula es la misma de siempre, pero desgasta mucho la idea y ya no tienen el mismo gancho, ni el mismo encanto.