Arañas del desierto (2011)

Jim Wynorski, el director del filme, tiene una larga y prolífica carrera en filmes de serie B a Z de todo tipo: nudies, de terror, comedias, de bárbaros, de cutre-ficción... ¿a que no les suena? No es raro. Desgraciadamente para él, es uno de esos directores que, aunque eficiente, no sabe transmitir un marchamo propio a estos subproductos, tal como le pasa a otro director como Olen Ray. Y es que no todos pueden ser Albert Pyun, el único de estos directores capaz de impregnar sus filmes con su "esencia" fílmica y ser reconocido como autor-perpetrador de los mismos.

"Arañas del desierto" es un subproducto muy malo, más próximo a las producciones de "The Asylum", a las que suele imitar en otras producciones, que a los filmes de Corman que debería tomar como referencia. Por ello resulta extraño que el propio Corman esté en los créditos del filme. Supongo que tendría que pagar deudas. Y otra sorpresa inexplicable es la presencia de C.Thomas Howell, bajo un sombrero que no permite reconocerlo a la primera. Su papel es patético y muy secundario. Más deudas que pagar.

Este producto está a años-luz de un filme que, aparentemente, parte de una premisa similar, como era "Arac Attack", y que sí resultaba divertido y más próximo a una comedia negra. En el film de Wynorski nada de esto se produce. Es cuestión de talento.

Diálogos malos, muy machistas, situaciones sexistas, actores pésimos, efectos cutres, ambientación horrible, falta de extras... hay poco que salvar de esta producción, salvo, quizás, su corta duración, motivado, quien sabe, por temas económicos y no creativos.

En fin, un filme malo que no sirve ni para reírte.

Despropósito de serie Z producido por el maestro Roger Corman en una película sin pies ni cabeza que aprovecha la moda del catastrófico animal para ofrecernos un producto sin pies ni cabeza que no sirve ni para la siesta del sábado por la tarde. Los actores están desubicados, los efectos especiales son de experimento escolar, los animatronics huelen a plástico de bazar chino, la historia es penosa (no hay un solo elemento original en ella), la dirección es torpe y no entiende que los planos están en función de la narrativa (y no al revés). Todo es ridiculo, comenzando por las conversaciones hasta un C. Thomas Howell interpretando a un Sheriff con tanta convicción como un politico asegurando que no ha robado. Si este tipo de películas puede que solo sirvan para echarse unas risas entonces "Arañas del desierto" te da mucho motivos para hacerlo.