El enemigo del pueblo (1978)

Estimable adaptación de la obra de Ibsen. No está situada en el siglo XX en África septentrional ni en la Italia renacentista. Está donde se concibió: en un pequeño pueblo noruego de finales del XIX. Se nota que el guionista, Arthur Miller, es también dramaturgo y sabe respetar las obras.

Desde luego, lo más destacable es el guión. Ibsen era un maestro en la construcción dramática, y la historia funciona como un mecanismo de relojería.

Tiene el tonillo de ese color setentero descolorido, que no va mal del todo con la ambientación adecuada a ese pueblo. Ver a Steven McQueen barbudo y comedido tiene su punto, y realmente lo hace bastante bien.

A pesar de que esta historia tiene más de cien años no ha perdido ni un ápice de actualidad. Recomendable para un día que se quiera rajar de políticos, periodistas y populacho.

"Un enemigo del pueblo" forma parte de ese grupo de películas injustamente infravaloradas, cuando no ninguneadas, a las que yo al menos no dudo en calificar de "obras maestras" (otros ejemplos son "Promesa al amanecer", de Jules Dassin, "El ángel Levine", de Jan Kadar o "Hablando con la muerte", de Oliver Stone). Esta adaptación de la obra de Ibsen fue una de las últimas interpretaciones de Steve McQueen, quien se involucró en la producción, en un papel muy alejado de lo que en él era habitual. Todo en la película es excelente, sobresaliendo las interpretaciones de todos los actores y sobre todo, el guión, co-escrito por Arthur Miller, que es, lo digo rotundamente, uno de los mejores de la historia del cine.