Mi vecino el asesino (1996)

Esta sería la pregunta que nos haríamos cuando vemos esta película.
Un profesor de ética de un instituto comienza a sospechar que su vecino puede ser un sanguinario nazi.
Así comienza esta película un tanto desconocida, pero muy buena, aunque Dan Aykroyd no es uno de mis actores favoritos tengo que reconocer que aquí está muy bien, él es una buena persona y no admite que todavía haya gente que diga que el Holocausto no pasó.
Esta película tiene como la gran mayoría de las películas americanas, una buena banda sonora y una fotografía muy nítida y colorida
Genial y divertida la interpretación de Jack Lemmon, no se la pierdan la película es muy divertida y te hace pensar sobre lo que está bien y mal en esta vida.

Si hay que destacar algo, que no todo va a ser un desastre, es que para empezar el título (al menos en castellano) incluye una palabra que a la mayoría les dará igual, pero para mí tiene una importancia considerable. En los tiempos que corren la ética ha desaparecido del lenguaje y no quiero saber cuántos tienen que acudir al diccionario para descubrir lo que significa. ¿Diccionario he dicho?; de la ética se han escrito tomos, se han dedicado carreras universitarias y vidas enteras. De manera que una comedia ligera, regular, tirando a mala y según en qué día te encuentres hasta horrible, contenga la palabra ética, con todo el peso que supone su significado, al menos es una película a la que prestar atención.

Luego viene lo indigno, lo lamentable, lo deplorable aunque siendo muy condescendientes hasta podemos llegar a la conclusión que como cine de domingo tarde puede estar bien, pero "Un asesino muy ético" no ha de pasar ni por aceptable tal y como lo veo yo porque su humor y sus chistes son de suspenso. ¿La idea es buena?; desde luego, un tío cualquiera puede plantearse juicios de valor como el protagonista, incluso puede actuar a favor de la moral recta, puede clamar por una ética contemporánea y lanzarse a la acción. Pero no nos engañemos, el protagonista no tiene ningún carisma y la buena idea la tiran a la basura: todo queda en un producto muy desechable, de usar y tirar, olvidable y de segunda.