El ataque de los lobos (1975)

No termina decantarse nunca ni por el 'spaguetti' puro ni por el 'western familiar', vertiente esta última inevitable por ser "'película con animal y niños". Pero ese no es el principal problema de este filme, sino las más que clamorosas lagunas y fallos de guión que exhibe en algún momento.

Con todo, es una cinta que se deja ver por su factura técnica impecable y por algún que otro aliciente: el ambiente del pueblo de montaña en que reina Jack Palance como villano está bastante logrado, al igual que los paisajes nevados: se palpa el frío.

Además, Joan Collins está muy bonita y mola verla hacer por una vez "de buena", y emparejada con Manuel de Blas. Por no hablar de ver a Ricardo Palacios en un rol de bastante más entidad de lo en él habitual.

Un pasta-chorizo western coproducido por Italia y España como era cosa habitual en el genero, caracterizando dos estrellas de fama internacional: Jack Palance y Joan Collins aunque por aquellos tiempos estaban pasando por sus horas mas bajas. Ambientada durante la era de la fiebre del oro estadounidense, esta es una historia inolvidable de dos niños llamados Jim Chambers (Fernando Romero) y Mary Chambers (Elizabeth Virgil) y su padre (Attilio Dottesio) dirigiéndose a Dawson City, dispuestos a hacerse con la dirección del periódico local. Mientras tanto, Jim conoce a un perro salvaje, que es en parte lobo, y a partir de entonces serán inseparables, debiendo luchar contra la hosca naturaleza del Yukón y la avaricia humana para ayudar a salvar una ciudad fronteriza. Buck es un perro que sale con una manada de lobos pero luego se ve atrapado en asuntos humanos cuando se junta con los dos niños. Después de ganarse la confianza de su padre, Buck muestra habilidades de clarividencia al tratar de evitar que el padre se dirija a la ciudad de Dawson. Cuando, de camino al rio Yukón, los indios matan al padre, los dos niños se ven envueltos en múltiples aventuras y peligros. La suerte cambia cuando los chicos conocen a dos buscadores de oro: John McKenzie (Manuel De Blas) y Hank McKenzie (Remo De Angelis, también coordinador de especialistas) que se dirigen al Yukón y que los ayudan a llegar a Dawson City, junto al río Yukón. Pero en Dawson City conocen a un propietario rico y arrogante, William Bates (Jack Palance), y a la hermosa chica de salón Sonia Kendall (Joan Collins), que se enamora de John McKenzie (Manuel De Blas). El buscador John y su fiel compañero, el perro lobo, intentan detener a un malhechor, un hombre de negocios ambicioso y gruñón llamado Bates que anteriormente mató a su hermano. ¡Ellos se unieron y cambiaron el destino de toda una frontera!

Es una aventura tibia y alegre, basada libremente en la conocida y clásica novela de Jack London "La llamada de la selva". Una mezcla desigual de aventuras, acción y villanía, aunque a veces innecesariamente violenta y dirigida a los más jóvenes de la casa. La película está basada libremente en la novela de Jack London, aunque difiere significativamente del libro, de hecho esta es una versión inventada, sin embargo, conserva los elementos esenciales como la amistad entre el perro y un joven, la fiebre del oro, exteriores y lugares nevados y varias conmovedoras escenas. Los escenarios son absolutamente hermosos, el paisaje en los primeros treinta minutos es suficiente para dejar a uno sin aliento y la historia es atractiva tan bien como la fotografía, el vestuario también es bueno, pero a pesar de todo lo anterior el resultado final es mediocre. También fue bastante buena la música, con una partitura conmovedora que sincroniza y realza lo que sucede en la pantalla y es de lo más emocionante. El talento de un casting es diverso pero malgastado, redimiéndose gracias a los impresionantes exteriores filmados en paisajes españoles. Es una adaptación aceptable de promedio normalito que mantiene el encanto y el estilo de aventuras semejantes, pero aún así constituye una diversión juvenil pasablemente decente. Guión flojo de Juan Logar, Fonseca y Jesús Rodríguez. Al ser una adecuada coproducción España-Francia aquí aparecen varios secundarios españoles e italianos, todos ellos habituales del Spaghetti/Paella Western, como son: Manuel De Blas, Ricardo Palacios, José Canalejas, Attilio Dottesio y Remo De Angelis que es un habitual maestro de armas de muchos Péplum y Western.

La llamada del lobo (1975) pertenece al subgénero italiano ultra-específico de "Spaghetti Westerns que tienen lugar en Alaska/Canadá y tienen un perro", de hecho ya en los primeros treinta segundos se nos presenta el perro 'Buck'. Otras adaptaciones sobre estas novelas de Jack London ambientadas en Alaska son las siguientes: ¨La llamada de lo selva¨ de Ken Annakin con Charlton Heston, ¨White Fang¨ (1991) de Randal Kleiser con Ethan Kawke como joven buscador y Klaus Maria Brandauer, y ¨ El regreso de White Fang¨ (1994) de Ken Olin con Scott Bairstow y una vez más Ethan Hawke. Y las italianas: ¨El Colmillo Blanco ó White Fang¨ de Lucio Fulci¨ con Franco Nero, Virna Lisi y Fernando Rey; su secuela titulada "Colmillo Blanco al Rescate" de Tonino Ricci con Maurizio Merli, Henry Silva, Renzo Palmer; ¨Buck¨ de Tonino Ricci con John Savage y ¨Buck y la pulsera mágica¨ de Tonino Ricci con Matt McCoy.

Fotografía colorida y evocadora de José Aguayo Jr. , recientemente remasterizada y rodada en paisajes nevados como las montañas de Navacerrada y Guadarrama y Daganzo, Madrid. Y una partitura musical apropiada y evocadora de Stelvio Cipriani. La película fue regularmente dirigida por Gianfranco Baldanello. El fue asistente de dirección y posteriormente dirigió algunos films. Gianfranco realizó varios Spaghettis, como ¨Uccidete Johnny Ringo¨, ¨Este hombre no puede morir¨, ¨El hijo del Zorro¨, ¨El grito del lobo¨, ¨Black Jack¨ y ¨Blood River¨ y su mejor Western: ¨30 Winchesters para El Diablo. " o ""Gold Train". Y este "El Grito del Lobo" tiene una puntuación: 4,30/10 de media. Un film pasable, pero bordeando el cinquillo. Ello es dirigido directamente a niños de entre 8 a 12 años: si alguien más puede obtener algo de esto, está bien, pero entretener a un público adulto ya bastante hastiado es un poco más difícil.
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